
Este viernes 31 de octubre se lleva a cabo la reapertura de la iglesia de San Marcos, tras las obras de restauración llevadas a cabo. A las 18.00 horas se saldrá en procesión desde la ermita hacia la iglesia parroquial donde se celebrará, a las 19.00 horas, la Eucaristía presidida por Marcos Antonio Blanco Moyano, sacerdote de la localidad, acompañado por el párroco, Aarón Benzaquén; el arcipreste; antiguos párrocos y sacerdotes del arciprestazgo.
Como explica el arquitecto técnico del Obispado de Málaga que ha dirigido el proyecto, Pablo Pastor, «las obras han consistido en la eliminación de humedades, mediante renovación de los revestimientos de cementos por morteros de cal, reparación de fisuras en las bóvedas, así como la colocación de un zócalo de mármol ventilado. Asimismo, el presbiterio ha sido restituido a su altura original y se ha terminado con solería de mármol blanco y peldaños de mármol rojo. Como actuación final se ha realizado la pintura del templo devolviéndole los colores originales».
El presupuesto total de la obra asciende a unos 146.751,69 euros, sufragados por fondos de la parroquia, Obispado de Málaga y el Ayuntamiento de Cuevas de San Marcos y han sido ejecutadas por la empresa Hermanos Campano, SL.
Un poco de historia
El templo que vemos hoy es la reconstrucción que hizo a finales del siglo XVIII el alarife Juan Reina sobre uno anterior, quien impuso el estilo barroco tardío y neoclásico propio de la época. Por su parte, la torre del campanario que acompaña a la iglesia se construyó en el XVIII y se compone de tres cuerpos diferenciados. El primero es el más llamativo y está realizado en mampostería y ladrillo visto. Finaliza en un chapitel piramidal con tejas vidriadas. En su exterior, destaca su elevada fachada con un arco de medio punto entre pilastras que soportan un frontón curvo. Sobre este frontón se apoya una vidriera acompañada a ambos lados por dos óculos ciegos. La fachada termina coronándose por un frontón triangular en cuyo centro se abre una pequeña ventana cuadriobulada.
Su interior consta de tres naves separadas por arcos de medio punto moldurados sobre pilares. Tanto en la nave central como en el crucero y el presbiterio los pilares llevan adosados pilastras cajeadas y acanaladas, bien proporcionado entablamento y balaustre de madera. Las naves laterales, más estrechas, se cubren con bóvedas de arista, también con pilastras sobre los pilares, sólo cajeadas, y con arcos fajones, usando la misma cadencia que la nave central. Al crucero se accede mediante arco toral. Sobre aquél se dispone una bóveda semiesférica gallonada, de ocho gajos, sobre pechinas, con dieciochesca decoración de yeserías.
En las naves laterales se distribuyen hornacinas ricamente decoradas, algunas formando pequeños camarines con bóvedas de arista.
En el extremo del crucero, en el lado de la Epístola, se abre una bellísima capilla Sacramental con italianizante decoración clasicista, bóveda semiesférica, otra ovalada y camarín con capulín y linterna.
Elevado y a los pies de la iglesia se halla el coro, abalaustrado.

 
                                    
