Carta abierta de unos padres a los Reyes Magos.
Esta misma tarde mis tres hijos han acabado sus respectivas cartas para sus Majestades llenos de ilusión y sueños compartidos. Mi marido y yo hemos pasado dos horas acompañándoles en esta labor entre catálogos de jugueterías y mensajes subliminales que intentamos inculcarles, no sé si con demasiado éxito.
Esta vez me he decidido a escribiros también yo, ya que tengo claro lo que quiero pedir este año y cada año, de aquí a que mis hijos se hagan adultos. Solo pido una cosa, pero que me haría inmensamente feliz: un verdadero encuentro de cada uno de mis hijos con Jesús, tal y como os pasó a vosotros y a mí hace años.
Vuestro encuentro con Jesús aparece relatado en el Evangelio según San Mateo: «Al ver la estrella, los sabios se llenaron de alegría. Luego entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre. Y arrodillándose, lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra». (Mt 2:10-11)
AL VER LA ESTRELLA… Deseo que mis hijos sean personas en búsqueda, como vosotros detrás de la estrella, inconformistas con esta escala de valores que nos ofrece mayoritariamente la sociedad de hoy.
…LOS SABIOS… Deseo que mis hijos sean «hombres de ciencia» como os describen a vosotros en algunos estudios. Deseo que sean personas que estudien y apuestan por la viabilidad de un diálogo entre la fe y la ciencia con la mirada puesta en tener por centro al ser humano y como faro a Dios.
…SE LLENARON DE ALEGRÍA… Deseo que mis hijos, tal y como nos anima el papa Francisco, no de esos «cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua», sean personas plenas y llenas de alegría.
…LUEGO ENTRARON EN LA CASA Y VIERON AL NIÑO…. Este Adviento de 2015 esta marcado por cientos de imágenes de personas y niños que huyen de una realidad cruel, y que no siempre encuentran sitio en nuestra sociedad. Deseo que mis hijos no puedan olvidar la imagen del niño al borde del mar, ni la de miles de familias, como José y María, que buscan sitio en nuestras posadas.
…CON MARÍA… Deseo que mis hijos vean en María siempre una presencia llena de significado. La madre que espera, la mujer que acoge la palabra, la muchacha que arriesga, la amiga que ayuda, la creyente que calla y medita.
…Y ARRODILLÁNDOSE, LO ADORARON. ABRIERON SUS COFRES Y LE OFRECIERON ORO, INCIENSO Y MIRRA Sólo pido para terminar, que estos niños, de tres, cinco y seis años que hoy piden juguetes e incluso se hacen fotos con Papa Noel, descubran los talentos que Dios ha depositado en ellos y que los pongan al servicio de los demás.
Con cariño.
Inmaculada Ballesteros y Juan J. Ruiz Villafranca