Proyecto Hombre ha presentado su memoria en un acto en el que han participado Belén Pardo, directora de Proyecto Hombre en Málaga y Juan Serrano, vicepresidentre de la Fundación CESMA, y que ha contado con la presencia del delegado del Gobierno de la Junta en Málaga, José Luis Ruiz Espejo; la directora de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Málaga, Ruth Sarabia o el diputado de Innovación Social, Félix Lozano, entre otros.
La directora ha sido la encargada de dar a conocer los principales datos del trabajo que esta institución, vinculada a la Diócesis de Málaga, durante el año 2017. Entre ellos, destaca la mayor presencia, cada año, de adictos sin sustancia, es decir, aquellas personas con dependencia a nuevas tecnologías o que llegan a Proyecto Hombre con problemas graves de comportamiento.
El número de personas atendidas en alguno de los dispositivos durante 2017 ha sido de 766 personas, 118 más que en el año 2016. El perfil de las personas atendidas son 71% varones y 21% mujeres y la edad media de las personas que acuden gira en torno a 36,5 años. Un 38% son menores de 30 años.
La sustancia principal de consumo es la cocaína, con un 31% de las personas que acuden demandando ayuda. Sin embargo, hay un porcentaje alto de personas con consumo de cannabis (25%), y de alcohol (22%). El 14,3% de estas personas consumen alcohol a cualquier dosis, pero el 22,9% consume alcohol en grandes cantidades.
Es significativo el aumento de personas que acuden por adicción sin sustancia, que pasa de un 8% el año anterior a un 18% en 2017. Sin embargo, si se desglosa por personas adultas y menores, consta que del total de menores atendidos en el programa de prevención indicada, el 25,86% acude por adicción sin sustancia o problemas de comportamiento. De las personas adultas, un 12,06% son personas que no tienen adicción a ninguna sustancia.
En este año han finalizado con éxito su proceso en cualquiera de los programas de Proyecto Hombre 73 personas, 16 más que en el año 2016.
Otro dato significativo este año es que la edad de inicio en el consumo de cualquier sustancia aumenta, estando la franja de inicio en torno a los 18 años (44%). Se reduce significativamente respecto del año anterior, que la mayor parte de la población que acudía a tratamiento había comenzado su consumo entre los 15 y 17 años.
El patrón de empleo de los 3 últimos años que tienen los que acuden a los programas es de empleo a tiempo completo (62,5%), seguido de personas a tiempo parcial temporal (12,5%) y de personas en paro o con cuidados de la casa (12,5%).
La convivencia habitual en los últimos 3 años es, prioritariamente con la familia (padre/madre), (29,8%) o con su pareja e hijos e hijas (26,0%), aunque en el último tramo esta relación se presenta dañada.
En prevención universal y selectiva, se ha trabajado con 14.672 alumnos, 75 centros escolares, 602 profesores y 8.049 familias.
Consulta la memoria íntegra aquí.
Ana María Medina
