CARTA ABIERTA. Rocío Fernández-Nebreda, responsable del programa Teen Star en Málaga, www.teenstar.es.
Los padres a menudo andamos preocupados por las notas de nuestros hijos, porque aprendan inglés, matemáticas, etc… y eso está bien, pero no puede ser lo único. Debemos preocuparnos por las necesidades de su corazón y de su alma. Nacimos para ser felices pero eso solo lo conseguimos si amamos y somos amados. Y hoy más que nunca, con tantas alternativas tan diferentes, hay que buscar ayudas verdaderas, positivas, formativas y enriquecedoras… como el programa afectivo-sexual Teen Star.
¿Qué es? Un programa de educación afectivo-sexual dirigido a adolescentes y jóvenes que tiene en cuenta a toda la persona, mostrando la belleza de la sexualidad, enmarcada en una educación en la responsabilidad. La sexualidad se entiende como un factor que abarca aspectos físicos, intelectuales, emocionales, sociales y espirituales.
¿Qué busca conseguir? Que el adolescente descubra lo que es “aprender a amar”. Integrar afectividad y sexualidad. Que mejore en el conocimiento de su identidad, quién es y descubra su dignidad. Que aprenda qué es la libertad y la responsabilidad que conllevan las distintas elecciones. Que respete el don de la vida y valore la entrega gratuita a otra persona.
¿Cómo se organiza? Primero se forman monitores (pueden ser padres, catequistas, educadores…) que deben realizar un cursillo intensivo (suelen ser 4 días, ver en la web los próximos cursos).
A continuación, uno o varios de estos monitores se organizan para acompañar a un grupo de jóvenes a lo largo de unas 14 sesiones para guiarles en sus descubrimientos personales.
¿Es un programa “nuevo”? No, este programa lleva 25 años funcionado a nivel mundial en más de 40 países, entre ellos España (con sede central en Córdoba). En Málaga esta funcionando desde hace 10 años. Actualmente, hay 2 grupos, uno en una parroquia y otro grupo en un colegio.
Y los padres, ¿quedan al margen? Nunca, este programa sólo tiene sentido como cooperación con los padres. Este programa ayuda a los padres, que a menudo se ven abrumados en esta etapa, y además beneficia inmensamente la comunicación padres-hijos.
¿Qué tiene de especial este programa? Que su base es la antropología cristiana, con el centro en la persona, y su pedagogía es el acompañamiento en el tiempo para que ellos se descubran. Este programa ha demostrado eficacia con logros muy positivos a corto y largo plazo. ¡Es un camino que hace mucho bien al que lo recibe y al que lo imparte!