
En sus primeros pasos, el flamante obispo de Málaga ha querido visitar comunidades diversas y significativas de la diócesis «para señalar la cercanía del Obispo a las distintas realidades diocesanas», como ha expresado en una entrevista a los medios de comunicación. Entre sus primeras visitas se ha acercado a la comunidad de carmelitas del monasterio de San José en Málaga; a los sacerdotes mayores, que comparten vida con el obispo emérito D. Ramón Buxarrais, y al Hospital Clínico. En la agenda de sus primeros días se encuentra también la visita al centro para personas sin hogar Pozo Dulce, la oración ecuménica por el cuidado de la Creación y la parroquia de los Santos Mártires patronos de Málaga Ciriaco y Paula, entre otros lugares.
Durante estos días Mons. Satué tiene agendado visitar algunas realidades diocesanas significativas.
Entre otras, se encuentra el monasterio de San José, que alberga una comunidad de vida contemplativa de carmelitas. El convento que alberga la comunidad de hermanas carmelitas de San José es un edificio situado en el barrio La Goleta del distrito centro de la ciudad de Málaga, fundado por el mismísimo san Juan de la Cruz. El sustento de esta pequeña comunidad, consiste en la fabricación de formas que se utilizan en las diferentes iglesias de la diócesis malacitana.
BUEN SAMARITANO
El miércoles 17 de septiembre, el Obispo D. José Antonio Satué visitó también el centro gerontológico El Buen Samaritano, coordinado por Cáritas, que abrió sus puertas en 1994 con el objetivo de dar acogida a personas mayores con dificultades para desenvolverse y con escasez de recursos económicos. En él pudo celebrar la Eucaristía, concelebrada por los sacerdotes mayores que se encuentran residiendo allí, junto al obispo emérito D. Ramón Buxarrais. A todos dedicó, en la homilía, un cariñoso saludo y ahondó, al hilo del Evangelio del día, en la invitación a salir de nosotros mismos y a encontrarnos con los demás. Patricio Fuentes, director de la casa, cuenta que el nuevo obispo «se ha mostrado muy interesado de la labor de la residencia, y ha sido estado muy cercano con todos, personas y sacerdotes residentes y con D. Ramón. En sus palabras ha dado claves de la convivencia. Ha animado a ser apoyo para los demás y también a apoyarnos en ellos, porque dentro de nuestras debilidades, siempre podemos ser apoyo unos para otros». Tras la celebración, ha compartido un rato de convivencia con todos en tono fraterno.
Situada en Churriana, El Buen Samaritano se trata de la primera residencia asistida de Málaga y ofrece los servicios de residencia, centro de día y unidad de respiro familiar.
HOSPITAL CLÍNICO
El jueves 18 de septiembre, D. José Antonio Satué ha acudido a visitar el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria. En él ha podido agradecer personalmente la labor de los profesionales y hacerse cercano a los pacientes ingresados y a sus familiares y acompañantes. El obispo fue recibido por los miembros del equipo directivo, siendo acompañado en su visita por el director gerente del complejo hospitalario universitario Virgen de la Victoria, Jesús Fernández Galán, el capellán, Rafael Quevedo, y su equipo, el hermano mayor de la Real Hermandad de Santa María de la Victoria, Miguel Orellana, y del hermano mayor de la Archicofradía del Paso y la Esperanza (cofradía hermanada con el hospital), Sergio Morales. D. José Antonio Satué ha visitado la capilla del centro, donde se venera una réplica de la Virgen de la Victoria y cuadros de la Virgen de la Esperanza y el Nazareno del Paso, y ha bendecido un Portal Óleo de los Enfermos como gesto de cercanía para que, en su labor, los capellanes lleven la buena noticia a las personas que son tratadas en el centro de sus distintas dolencias. El Obispo ha celebrado Misa en el salón de actos del hospital, concelebrada por el vicario de la Acción Social y Caritativa, Juan Manuel Ortiz Palomo; el consiliario de Pastoral de la Salud, Carlos Acosta; y los capellanes sanitarios del Clínico Rafael Quevedo, Rocky Xareal y Antonio Castilla, participando en la celebración personal de todas las áreas y servicios del centro, voluntarios de la Sociedad San Vicente de Paúl, y también abierta a las personas ingresadas y sus familiares. En su homilía, al hilo del Evangelio de la mujer que lava los pies de Jesús con perfume, tomado de san Lucas, ha invitado «a vosotros y a mí mismo, a preguntarnos si estamos más cerca de la mujer pecadora o del fariseo. Cómo nos relacionamos con Dios, con los demás y con nosotros mismos marca un estilo que nos ayuda a crecer en nuestra relación con los demás y en nuestra misión. Para que todas las personas, también quienes trabajáis aquí, sepamos crecer en humildad, relacionarnos con Dios, no desde la queja sino desde la gratitud y con las personas que tenemos a nuestro alrededor, no desde el juicio sino desde la misericordia y la compasión».
El Obispo de Málaga ha terminado su recorrido por el centro visitando a algunos pacientes y sus familias en distintas áreas de hospitalización, acompañado por el personal de la unidad y por el equipo de capellanes del hospital.
HOGAR POZO DULCE
El 19 de septiembre, el obispo ha visitado el Hogar Pozo Dulce, centro de Cáritas Diocesana dedicado a la atención de personas en situación de sin hogar.
El obispo se ha acercado a este recurso, donde actualmente conviven más de cuarenta personas, acompañado por: el vicario general, Antonio Coronado; el delegado episcopal de Cáritas Diocesana, Antonio Collado; el director, José Miguel Santos; el secretario general, Ernesto Juárez; el administrador, Antonio Cáceres; y la directora del centro, Belén García.
Durante su estancia, Monseñor Satué ha compartido momentos de cercanía con los residentes, escuchando sus historias y dedicándoles palabras de aliento. En su intervención, ha recordado las palabras del Papa Francisco sobre la fraternidad:
“Nosotros creemos, como tantas veces decía el Papa Francisco, en una fraternidad donde todos tenemos necesidad y donde todos podemos aportar. Y en ese sentido me parece que experiencias como esta lo demuestran. Qué bonito es ser generosos para dar y también ser humildes para recibir, porque todos lo necesitamos. Nadie es tan pobre como para no poder aportar algo. Y nadie es tan rico como para no necesitar de lo demás. Qué bonito que aquí lo podáis ir viviendo. Seguramente con fallos, porque todas las obras humanas tienen sus fallos, pero con ese buen deseo de que aquí os encontréis a gusto y lo podáis valorar.”
Antes de despedirse, el obispo ha recorrido las instalaciones del Hogar Pozo Dulce guiado por su directora, y ha querido dirigir unas palabras a los trabajadores y voluntarios de Cáritas, reconociendo su labor como signo visible de esperanza:
“Me parece muy importante, sobre todo en este año jubilar dedicado a la esperanza que los voluntarios y trabajadores de Cáritas sean signos vivos de la presencia de Dios y por tanto portadores de la esperanza que nosotros queremos transmitir. La labor que desempeñáis no solamente es un regalo para las personas que acuden o que atendéis en los diferentes proyectos, sino que también es una luz de esperanza para mí. Y en ese sentido, como considero tan importante vuestra aportación, os pediría que os cuidéis mucho, porque los cuidadores necesitan cuidado, y atendáis vuestra formación y vuestra espiritualidad para que vuestra entrega brote de un corazón purificado, un corazón nuevo.”
Con esta visita, D. José Antonio Satué ha querido manifestar su compromiso con las personas más vulnerables y con la misión de Cáritas, iniciando su ministerio pastoral desde la cercanía, la escucha y la esperanza compartida.