
Durante su episcopado en Málaga, que comenzó el 10 de octubre de 2008, D. Jesús Catalá ha escrito más de 20 cartas pastorales, algunas sin publicar aún, sobre temas como los sacramentos, la iniciación cristiana y santos vinculados a Málaga como fray Leopoldo de Alpandeire y san Manuel González. Aquí puede accederse a su magisterio en esta diócesis.
El 10 de octubre de 2008, D. Jesús Catalá fue nombrado obispo de Málaga, y tomó posesión de la diócesis el 13 de diciembre del mismo año. «El Señor Jesucristo, el Buen Pastor, me envía a esta querida Diócesis de Málaga para que cuide con solicitud pastoral de los fieles de esta grey. Quiero ser fiel a esta misión y desgastar mi vida en la tarea que se me encomienda», afirmó al iniciar la homilía en la Catedral el día de su toma de posesión. «Pido a Dios poder amarle con todo mi ser –señaló–, para serviros como Él desea; y que, en su infinita misericordia, me sostenga en esta nueva misión, a pesar de mis limitaciones y debilidad humana». A lo largo de los diecisiete años de dedicación a la diócesis malacitana, Mons. Jesús Catalá ha demostrado, como obispo, su solicitud pastoral guiando a la Diócesis de Málaga con afecto y entrega.
MAGISTERIO
D. Jesús Catalá ha escrito, como Obispo de Málaga, más de 20 cartas pastorales, algunas sin publicar aún, que han estado dedicadas, entre otros temas, a los sacramentos, la iniciación cristiana y varios santos vinculados a Málaga como Fray Leopoldo de Alpandeire y san Manuel González. Entre sus escritos, destaca la carta pastoral “Formación en la fe. Proyecto Diocesano” (2020), que repasa las bases de la formación cristiana, alentando itinerarios formativos ordinarios en la iniciación cristiana, la revisión de vida y otros medios complementarios y especializados para diversas etapas y circunstancias vitales. Sus homilías y escritos dejan constancia de su magisterio y pueden consultarse en la web diocesismalaga.es Año de la fe De 2012 a 2013, la diócesis de Málaga vivió con dedicación el Año de la Fe , asumiéndolo como parte fundamental de las prioridades pastorales diocesanas en aquel momento, potenciando la lectura orante de la Biblia y cuyo desarrollo práctico recoge una carta pastoral invitando a revitalizar la fe ante los retos del contexto social. D. Jesús Catalá afirmó: «estamos inmersos en una sociedad que exige nuestros esfuerzos para alentar y sostener la esperanza de muchas personas y proponerles la fe. Esta situación nos invita a un compromiso profundo que, a partir de una renovación moral, nos impulse a una forma de vida más austera y solidaria, y a una acción comprometida que abra horizontes y suscite esperanzas».