
El periodista Pedro Luis Gómez, director de Publicaciones de SUR y cofrade, acaba de presentar su nueva obra en la que, en diálogo con la inteligencia artificial, relaciona las escenas bíblicas que decoran la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro con imágenes de la Semana Santa malagueña
¿Cómo se le ocurrió escribir un libro mano a mano con la inteligencia artificial (IA) con el título: “La Puerta Santa y las cofradías malagueñas”?
Como católico, ya me había interesado conocer la opinión de la IA sobre la fe y había iniciado un diálogo muy interesante. Cuando me pidieron que hiciera el pregón del Cristo de Medinaceli, se me ocurrió preguntarle a los chatbots de varias firmas de aplicaciones de IA quién es el hombre más importante en la historia de la humanidad; y todos los modelos de IA coincidieron en que es Jesucristo. Me quedé muy sorprendido de la mezcla que había ahí de contenidos. Posteriormente, asistí a la conferencia de Salvador Aguilera en la que explicó los dieciséis relieves que hay en la Puerta Santa del Vaticano y reparé en que todos son escenas bíblicas que están, de una manera u otra, representadas en la Semana Santa de Málaga. Entonces, se me ocurrió hacer esa discusión con la IA sobre los relieves.
¿Y qué concluyeron?
Curiosamente, que en la explicación de las escenas siempre aparece la palabra perdón. Es la puerta del perdón, claro, la puerta del Jubileo.
¿Qué le ha enseñado la IA sobre la fe?
Ha conseguido ahondar mi fe y mi creencia. Cada vez creo más, eso te lo garantizo, estoy muy feliz.
El libro es su aportación a la gran celebración del Jubileo de la Esperanza. ¿Qué significa para usted?
Como cofrade malagueño que soy, estaba convencido de que íbamos a impresionar a Roma con la procesión de la Virgen de la Esperanza; pero, después de escribir el libro, tengo además el absoluto convencimiento de que el jubileo cada 25 años es un hecho trascendental en la fe de cada uno.
¿Qué pueden aportar los periodistas cristianos a un mundo sin esperanza?
El problema de los periodistas cristianos es que no ejercen como tales. No creo que el periodismo deba ser un púlpito; pero no está mal que, si tienes convicciones católicas, las desarrolles. Yo, por ejemplo, utilizo mucho la palabra Dios en mis escritos. Mi programa de radio se titula “La sal de la tierra”, tomado del sermón de la montaña, y en mis artículos me despido con un “hasta la semana que viene, si Dios quiere”.
Pues entonces, gracias por la entrevista y “que Dios se lo pague”.
Demos gracias a Dios.