La comisión de pastoral de la Salud del arciprestazgo de San Cayetano ha celebrado un encuentro formativo en la parroquia San José Obrero bajo el lema: «Camino de evangelización: hacia una pastoral parroquial saludable».
El pasado 20 de junio, la comisión pastoral de la Salud del Arciprestazgo San Cayetano se reunió en la parroquia San José Obrero. El encuentro dió comienzo tras unas palabras de acogida del párroco Eugenio Ruíz y el saludo del delegado diocesano de Pastoral de la Salud, Francisco Rosas y del delegado arciprestal, Santiago de la Torre. La ponente Dª Carmen Mª Martínez encuadró el tema dentro del periodo de recepción de los textos conciliares en este «Año de la fe». Recordó aquella imagen que utilizaba Juan XXIII, «la parroquia está llamada a ser «la fuente de la aldea», plantada en medio de la plaza del pueblo, donde todos acuden a verse, a contarse noticias, a prestarse solidaridades, a refrescarse después del duro trabajo. Para ello, la parroquia tendrá que abrir sus puertas y no sólo para que entren todos, sino que para que la comunidad salga a buscar a los miembros que no pueden acudir a «la fuente», por estar enfermos, para así poder ser realmente católica, «plena». El Papa Francisco ha dicho: «¡Abran las puertas! Hagan algo ahí donde la vida clama. Prefiero una Iglesia que se equivoca por hacer algo que una Iglesia enferma por quedarse encerrada…»».
Cuando en 1992 se cambió el nombre de pastoral de enfermos por pastoral de la salud, no sólo se pretendía un cambio de nombre, sino de orientación y contenido que le llevara a redescubrir la dimensión sanante de la comunidad, tenemos que dar el salto de una pastoral de la salud que abarque a la sociedad entera y no sólo al mundo sanitario. Superando así un modelo de pastoral de carácter puramente sacramental y asistencial, que sin descuidar la actuación preferencial a los enfermos, ayude a vivir de manera más humana y cristiana la salud, la enfermedad, el sufrimiento, la vejez y la muerte, adquiriendo un talante más evangelizador ya que en su horizonte no está sólo la enfermedad sino la salud, entendida de manera integral que abarque a toda la persona y a todas las personas, abierta a la salvación. Para llevar a cabo esta tarea se necesita a todo el Pueblo de Dios (RUPE 57). Se invitó a los asistentes a ser creativos en su labor pastoral para que fluya el Agua viva de la fuente que sana.
Después de la conferencia, se abrió un diálogo, se rezó el Credo y se culminó el encuentro con la celebración de la Eucaristía presidida por el Consiliario arciprestal de Pastoral de la Salud, Guillermo González.