Pablo VI, labor pastoral (y IV)

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

Aparte de las grandes reformas en la Curia, en el Colegio Cardenalicio y en la Diplomacia Pontificia, un gesto significativo fue su renuncia a la triple tiara. Y, a pesar de todo, este pontificado nunca fue popular, y muchas veces incomprendido, en una sociedad que había cambiado mucho.

Juan XXIII, con gran ilusión, convocó un Concilio para reformar la Iglesia y para conseguir la unidad de los cristianos, pero murió apenas iniciado el Concilio. Pablo VI lo continuó, pero siendo consciente de las dificultades. Envió al Concilio a observadores laicos y siempre buscó conciliar voluntades y puntos de vista a veces demasiado opuestos. Años después se multiplicaron los problemas, no originados por el Concilio, sino causados por una sociedad materialista. Los valores tradicionales como la familia, la moral, las creencias y el sentido de la autoridad fueron desapareciendo de la sociedad. Dentro de la Iglesia se multiplicaron las secularizaciones de sacerdotes y religiosos.

En compensación, ante esta sociedad descristianizada, aparecen una serie de movimientos religiosos, unos anteriores al Concilio y otros posteriores. El Pontificio Consejo para los Laicos reconoce y aprueba unos 58. Sobresalen la Comunidad de San Egidio, Comunión y Liberación, Cursillos de Cristiandad, Renovación Carismática, Focolares, Misioneras de la Caridad, Legionarios de Cristo, Camino Neocatecumenal, Opus Dei y Cáritas Internacional. En todos estos movimientos destaca la participación del laicado católico con la incorporación importantísima de la mujer, que aporta, con su actuación, una nueva vitalidad a la Iglesia.

El ecumenismo tuvo una resonancia especial. Se acortaron distancias entre las diversas confesiones cristianas.

Pablo VI no gozó de buena salud en su vida. Sus dolencias se incrementaron en 1978 con dos acontecimientos que le afectaron sobremanera: el asesinato de su amigo Aldo Moro y la aprobación de la ley del aborto en Italia. Murió de un edema pulmonar el 6 de agosto de 1978. Sus últimas palabras fueron: “Pater noster qui es in coelis”. Su diálogo se dirigía ya a Dios.

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