Del 18 al 26 de agosto un grupo de jóvenes de las parroqyuias de San Miguel y San Pedro de la capital, acompañados de algunos padres y catequistas y por el párroco de San Miguel, Guillermo Tejero, han realizado una peregrinación de varias jornadas por el Camino de Santiago.
La peregrinación ha tenido como lema “Me pondré en Camino”, tomado de la parábola del padre misericordioso (Lc.15-18), y ha terminado con la llegada a la Catedral de Santiago de Compostela y el tradicional abrazo al apóstol.
Junto a la Eucaristía, la etapa de cada día ha seguido el hilo conductor de un pasaje del evangelio sobre el que reflexionar y rezar. Al final de la jornada, los jóvenes han compartido un rato de catequesis en torno a la figura del peregrino, con consideraciones del papa Francisco en su última exhortación Christus vivit, dedicada a los jóvenes. Y todo ello, como cuentan sus participantes, «en un ambiente distendido donde se intercalaban la oración y la diversión, las incomodidades del camino y el merecido descanso, lo humano y lo divino».
Ana María Medina