La radio es el teatro de la imaginación. Es el teatro de la mente, según David Ogilvy. Toda una declaración de principios para quien busca en el dial imaginar, soñar y conocer. Para quien tiene como compañía sonidos que transportan a lo más íntimo o a historias impensables.
La radio, compañera en la soledad de muchas personas ofrece información, aporta claves para entender mejor la realidad y sugiere modos de vida. De ahí, la gran importancia que tiene que una cadena generalista como es el grupo COPE tenga carta de ciudadanía en el mundo de las ondas.
Ofrecer una manera de vivir diferente iluminada por el Evangelio, proporcionar claves desde la visión de fe para entender la realidad o favorecer una vida con otras músicas y estilo es lo que COPE, Cadena 100, Rock FM o Mega Star pueden ofrecer aunque el reto cada temporada está delante: ser fiel al ideario, aumentar la audiencia y mantener los puestos de trabajo.
Una cuestión de lealtad, justicia y acierto.
Rafael Pérez Pallarés, delegado de Medios de Comunicación del Obispado de Málaga.
