Del 18 al 25 de enero tiene lugar la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (SOUC). Una semana en la que, desde la Delegación de Ecumenismo y el Centro Ecuménico Lux Mundi ofrecen un calendario de encuentros de oración que comienzan este domingo en la Iglesia Noruega de Calahonda (12.00 horas) y concluyen el sábado 25 de enero en la Catedral de Málaga (12.30 horas). El lema elegido para este es: “¿Crees esto?”, con el que se nos invita a «manifestar conjuntamente a las distintas confesiones nuestra fe en el resucitado y la fe de la Iglesia. Celebramos este año el 1.700 aniversario de aquel credo que se aprobó en el Concilio de Nicea. Es muy importante para el ecumenismo reforzar aquello que nos es común y una de las cuestiones que es común a todas las iglesias cristianas es el credo aprobado en Nicea, porque viene de un período de la Iglesia indivisa», afirma el delegado de Ecumenismo, el sacerdote Rafael Vázquez.
Rafael Vázquez, delegado de Ecumenismo de la diócesis de Málaga, además de secretario técnico de la Comisión Episcopal de Doctrina de la Fe. El lema de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de este año es: «¿Crees esto?», ¿a qué nos invita?
Está tomado del Evangelio de San Juan, de aquel pasaje en el que Jesús se encuentra con Marta, antes de la resurrección de Lázaro, y le pregunta, “¿Crees esto? ¿Crees que yo soy la Resurrección y la Vida?”. A partir de aquí, la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos nos invita a manifestar conjuntamente a las distintas confesiones nuestra fe en el resucitado y la fe de la Iglesia, en concreto la del credo niceno-constantinopolitano. De hecho, este año celebramos el 1700 aniversario de aquel credo que se aprobó en Nicea. Es muy importante para el ecumenismo reforzar aquello que nos es común y una de las cuestiones que es común a todas las iglesias es este credo aprobado en Nicea, porque viene de un período de la Iglesia indivisa.
El 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, primer concilio ecuménico, ¿qué supuso para la Iglesia?
El Concilio de Nicea fue la primera gran experiencia de sinodalidad y de conciliaridad que vivió la Iglesia. Fue el primer Concilio en el que toda la Iglesia en ese periodo, en el que Oriente y Occidente aún no estaban divididos, se pone de acuerdo para aprobar un credo común que brota de la experiencia del Evangelio y del encuentro con Jesucristo resucitado. Era un período donde había ciertas corrientes que ponían en duda la divinidad de Jesucristo como hijo de Dios y, en este sentido, el Concilio llega a afirmar que Jesús es consustancial al Padre, es decir, es tan Dios como el Padre.
Además de esta experiencia de estar en camino, de ponernos de acuerdo, de ponernos a la escucha y en sintonía con el espíritu para aprobar un credo que va a ser universal y que se extenderá a lo largo de los siglos, es importante que en este concilio se aprobó la fecha de la Pascua. En este año, por ejemplo, coincide que los ortodoxos y los católicos que seguimos calendarios distintos, unos el juliano, otros el gregoriano, va a coincidir la fecha de la Pascua; y yo espero que esto sea también como un gran recordatorio de la importancia de vivir juntos este tiempo de Resurrección. Ojalá que a partir de este año podamos seguir celebrando conjuntamente la Pascua.
El papa Francisco puso en lo alto de la mesa ese diálogo para aunar la celebración de la fecha de la Pascua de Resurrección para los cristianos, ¿sería posible?
El papa Francisco junto con el patriarca Bartolomé están proponiendo que, a partir de este año 2025, lleguemos al acuerdo en una fecha de la celebración de la Pascua conjunta. ¡Ojalá podamos llegar a hacerlo así!, pues es triste que tengamos que celebrar acontecimientos tan importantes de nuestra fe, como es la Resurrección, unos en una semana, otros a la semana siguiente o dos semanas después en función de la luna y de nuestros calendarios, igual que ocurre con la fecha de la Navidad. El Papa ha impulsado toda esta cuestión y ha dicho que está dispuesto a ceder incluso en la fecha de la Pascua; con ese a veces tan informal que usa, ha dicho: “pongan una fecha que nosotros estaremos de acuerdo con la que ustedes pongan”. Ojalá que también todas las iglesias ortodoxas puedan sumarse a esta iniciativa de celebración conjunta, pues la estructura de las iglesias ortodoxas difiere de la nuestra y que un patriarcado quiera sumarse a esta iniciativa no quiere decir que todos los patriarcados lo hagan. Tenemos que rezar para que así sea.
¿Qué podemos hacer este año para recordar y profundizar en el Concilio de Nicea?
Lo más importante es poder revivir y actualizar la experiencia de la sinodalidad que se tuvo en el Concilio de Nicea. Es lo que estamos haciendo también en la vida de la Iglesia Católica. El papa Francisco nos ha impulsado a retomar el estilo de la sinodalidad en todo lo que hacemos. Yo creo que esto es algo importantísimo para la vida de la Iglesia: Escuchar juntos, caminar juntos, la corresponsabilidad en la Iglesia y, más allá de nuestras peculiaridades o incluso de nuestros propios gustos, ser capaces de ponernos a la escucha de lo que Dios quiere para la Iglesia de este tiempo, no nuestra voluntad ni nuestros gustos.
En segundo lugar, podemos potenciar aquello que tenemos en común, como es el credo. Desde la perspectiva del ecumenismo es lo que se va a hacer. En todas nuestras celebraciones ecuménicas vamos a profesar de nuevo conjuntamente el credo, porque cuando potenciamos lo que es común, las diferencias van cayendo poco a poco y casi sin darnos cuenta.
¿Qué reto urgente tiene el ecumenismo?
Yo creo que uno de los grandes retos del ecumenismo en nuestra Iglesia es que tengamos sensibilidad ecuménica, que sepamos apreciar lo bueno que el Espíritu Santo ha ido sembrando en las otras confesiones, que rompamos nuestros prejuicios, que no nos veamos como enemigos sino trabajando en la causa común que es la de Cristo, que dejemos a un lado todo este lenguaje de la condenación del que está dentro y del que está fuera porque todos formamos parte de un mismo rebaño que es el del Señor… Y para esto tenemos que seguir fomentando la sensibilidad y la formación ecuménica en todos los niveles de la Iglesia y en todas las instituciones eclesiales, desde las asociaciones laicales, los presbiterios, el mismo episcopado… para que vivamos esta sensibilidad ecuménica y esta capacidad de enriquecernos con lo diverso. Después seguiremos trabajando a nivel teológico, en colaboración social y en el servicio que podemos prestar a la sociedad, pero esto es lo básico.
Calendario de celebraciones de la SOUC:
- Domingo 19 de enero. Iglesia Noruega de Calahonda (Avenida del Cortijo, número 3. Mijas), a las 12.00 horas.
- Lunes 20 de enero. Iglesia Ortodoxa Rusa (Camino de San Rafael, 43. Málaga), a las 18.00 horas.
- Martes 21 de enero. Iglesia Evangélica Española (C/ Ollerías, 31. Málaga), a las 19.00 horas.
- Miércoles 22 de enero. Iglesia Anglicana (Avda. Ntro. Padre Jesús Cautivo, 44. Los Boliches), a las 10.30 horas.
- Jueves 23 de enero. Charla en el Aula Padre Arrupe (Pza. San Ignacio, 2. Málaga), a las 20.00 horas.
- Viernes 24 de enero. Parroquia de San Andrés (C/ Virgen del Rocío, 10. Torre del Mar), a las 18.00 horas.
- Sábado 25 de enero. Santa Iglesia Catedral de Málaga, a las 12.30 horas.