El Espejo de este viernes se ha acercado a la labor que realiza Cáritas Diocesana en la casa Ntra. Sra. de la Merced, cuya nueva sede será inaugurada esta tarde. El director de Cáritas Diocesana de Málaga, Francisco J. Sánchez, ha señalado que en la institución están «muy agradecidos con las Hijas de la Caridad que cedieron una casa en la que hemos venido trabajando hasta ahora. Esta es una casa sanadora y, desde hoy, gracias a las nuevas instalaciones, podremos mejorar ese servicio y atender mejor a las personas que salen de la cárcel».
En el programa también ha intervenido Juan José Arjona, un residente que encontró en la casa, gracias a la labor de los trabajadores y voluntarios, el ambiente familiar necesario para lograr su plena reinserción. «Me he sentido querido y arropado, ha dicho. Siempre he podido contar con ellos. Tanto es así, que ahora que ya he salido de la casa, sigo colaborando con ellos en todo lo que les hace falta. Estoy muy agradecido».
Para el director de Cáritas, «la casa cuenta con unos recursos muy pequeños, pero extraordinarios por el calor y el cariño que muestran. Los medios son fundamentalmente las personas que acompañan a las personas que son allí acogidas. Todos, para desarrollarnos, necesitamos el calor de un hogar. Una casa física, pero también el calor humano. Conseguir una familia, con lo importante que eso es para desarrollarnos como personas en la sociedad, eso es lo que logra esta obra de la Iglesia de Málaga».
El director de la casa, el sacerdote Ángel Antonio Chación, ha intervenido por teléfono al encontrarse hoy en el Centro Penitenciario recogiendo precisamente un reconocimiento a la labor que realiza la Iglesia en favor de la reinserción de las personas privadas de libertad. Según Chaccón, «en torno al 60 por ciento de gente que pasa por la casa de la Merced se reinserta. Una vez que dejan la casa, les seguimos ayudando, apoyando… Tenemos muchísimos que han pasado por aquí y luego no vuelven a entrar en prisión».
