«Nos sentimos agradecidos por cada trabajador»

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

En marzo comienza el período de preinscripción y matriculación en los centros educativos. En esta época tan decisiva para las familias, hablamos con Juan Aguilar (Almogía, 1958) director del Departamento de Recursos Humanos de la Fundación Victoria.

La Fundación Victoria ofrece 32 colegios, en los que se forman cerca de 7.000 alumnos. ¿Qué caracteriza a los profesores de estos centros?

Uno de los grandes valores que tiene la Fundación Victoria es su equipo humano (profesores, educadores educación infantil, orientadores, logopedas, fisioterapeutas, conserjes, limpiadoras, administrativos, cocineras y monitores -educación especial, aula matinal, comedor y escuelas-. Reconocemos en las 638 personas que trabajan en la Fundación su profesionalidad, servicio y desarrollo de su trabajo para impulsar el proyecto educativo. Todo el personal se siente miembro activo de la Comunidad Educativa Fundación Victoria y, aunque con las dificultades propias de cualquier organización, existe una cultura de trabajo saludable que mejora en cada reto nuevo que se asume como actividad o proyecto a desarrollar con los alumnos y las familias. Podemos decir que el profesorado y todo el personal se encuentra identificado con el Proyecto de Educar en Familia desde la perspectiva cristiana que se concreta en la Misión de la Fundación Victoria. También afirmamos que las personas trabajan con ilusión y se forman para ofrecer lo mejor de ellas a cada alumno en su proceso de aprendizaje. Por tanto, nos sentimos agradecidos por cada una de las personas que trabaja en la Fundación, por lo que es y aporta de positivo, por su potencial de mejora permanente y por su deseo de ser cada día mejor profesional en su puesto.

¿Qué razones daría a los padres para elegir un centro de la Fundación Victoria?

Todos los años se acercan un gran número de familias a los colegios diocesanos para solicitar plaza para sus hijos. Damos las gracias a los padres por la confianza que depositan en nosotros para ser corresponsables con ellos en la educación de sus hijos. Siempre nos animan y nos apoyan para que sigamos ofreciendo una educación integral, humana y creyente como oferta educativa de la Diócesis de Málaga. Las razones que podemos aportar para que los padres y madres elijan nuestros colegios se pueden resumir en cuatro ideas: estar convencidos del proyecto educativo basado en la formación integral que ofrece la escuela católica, la importancia de la relación familia-escuela como forma de asumir responsabilidades compartidas, la cercanía y profesionalidad del profesorado en todo el proceso educativo y la permanente adaptación a los retos de la sociedad para ser referente en innovación educativa y metodologías en las que los alumnos asumen su protagonismo y se forman como personas críticas y creativas.

Una institución centenaria, ¿y consciente del valor que supone esa experiencia?

En estos meses hemos tenido ocasión de visitar la exposición sobre el obispo don Ángel Herrera que continuó la obra educativa iniciada por el obispo don Manuel González. Somos herederos de estas inquietudes e iniciativas que tanto han aportado a la población malagueña en estos cien años. Esta experiencia acumulada nos enriquece y nos sigue comprometiendo para seguir atendiendo a los sectores más necesitados en las distintas barriadas en las que nos encontramos presentes. Queremos que nuestra historia nos ayude a vivir los retos de la sociedad actual y nos proyecte, al mismo tiempo, al futuro para saber dar respuesta a los cambios sociales y culturales en los que nos encontramos inmersos; siempre sin perder nuestra identidad y poder evangelizar desde la escuela en el siglo XXI a los más desfavorecidos de la sociedad con la misma ilusión y el mismo espíritu que lo hicieron tantas maestras rurales y tantos docentes comprometidos con la obra educativa de la Diócesis de Málaga.

¿Cuáles son los cometidos del Departamento de Recursos Humanos de la Fundación Victoria?

En primer lugar, decir que es una tarea bastante gratificante por la relación directa con las personas que trabajan en la Fundación Victoria. Impulsamos comunidades de aprendizaje en los colegios en las que todos tengan bien definidas sus funciones al servicio del proyecto educativo. Todos somos importantes y todos aportamos para enriquecer la organización desde una cultura participativa que se apoya en el trabajo en equipo y el diálogo. Teniendo esto presente, algunas funciones específicas del Departamento son: mejora de la organización, descripción de los puestos de trabajo, diseñar y definir la gestión y dirección por competencias, diseñar e impulsar el plan de formación de la Fundación, coordinar la gestión de las relaciones laborales y la prevención de riesgos laborales, organizar las plantillas de los Colegios y de las Escuelas, gestionar la selección del personal a través de la Comisión de Selección, mantener relaciones con el Comité de Empresa, apoyar a los equipos directivos en la organización y dirección de personas, … A través de estás funciones posibilitaremos esas comunidades en las que nos encontramos implicados, valorando nuestro trabajo como un bien personal y social al servicio de la educación.

Un año impregnado de Misericordia. ¿Cómo se refleja desde vuestra tarea?

Hace dos semanas se han celebrado las Jornadas de Reflexión Pastoral en la que hemos podido interrogarnos sobre cómo vivir el Año de la Misericordia en nuestros colegios desde la experiencia del encuentro, el acompañamiento y cómo abrazar a las personas para que se sientan respetadas, queridas y amadas. En este año nos sentimos llamados de forma especial para seguir poniendo en el centro de nuestra acción a las personas: compañeros, padres y madres, y de forma especial a nuestros alumnos. Acoger, escuchar, abrir el corazón, servir con cariño, ayudar a los alumnos que tienen más dificultades y crear espacios de encuentro que ayuden a nuestros alumnos a ser felices son los retos que nos planteamos para este año; asumiendo nuestro compromiso para que todas las personas de nuestros colegios encuentren en nuestra acción la mirada amorosa de Dios.

¿Cómo llegó Juan Aguilar a la Fundación Victoria?

Empiezo a trabajar en a Fundación Victoria en el 1 de septiembre del año 1987 cuando se me ofrece trabajar en el colegio Nuestra Señora de la Victoria para sustituir en este centro. Mi recorrido profesional se concreta como docente en educación primaria y secundaria, tres años jefe de estudios, veintiún años de director de colegio, cinco años director del Área Pedagógica de la Fundación y los dos últimos cursos director del Departamento de Recursos Humanos. En todos estos años he intentado realizar mi trabajo como servicio y compromiso con la acción educativa de la Iglesia desde la convicción personal de que la educación transforma a las personas y a la misma sociedad para crecer en solidaridad y justicia.

Encarni Llamas Fortes

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