La Navidad supone un cambio en la vida de los seminaristas, pues dejarán el Seminario para marcharse a casa y pasar junto a su familia estos días especiales en los que el Mesías se hace presente entre nosotros.
Aunque tendrán otras tareas que desempeñar, cada seminarista celebrará la fe y el nacimiento de nuestro Señor en sus respectivas parroquias y, durante un fin de semana, irán a sus destinos pastorales dentro de la capital y en cada uno de los arciprestazgos de la provincia y Melilla.
El rector del Seminario, Francisco González, los ha animado con estas palabras: «En esta Navidad, no olvidemos que Dios viene en Jesús y le gusta ser recibido, al menos, por los suyos. Construyamos un «Belén» por donde pasemos. Dios nace en cada hombre y mujer que abre su corazón e ilumina su entorno con la luz de la justicia, el amor, la bondad y el perdón».
Los seminaristas decoran sus pasillos y puertas con guirnaldas y objetos navideños. Este año destaca el pasillo donde se encuentran los seminaristas de filosofía. Han dado una gran sorpresa, pues lo han decorado de forma espectacular. El vicerrector, Antonio Eloy Madueño, por su parte, ha montado un belén. A la entrada del Seminario se ha instalado un bonito árbol de Navidad y se han decorado las escaleras. Todo ello da al Seminario un toque cálido y hogareño.
En definitiva, los seminaristas se esfuerzan en vivir la Navidad como un tiempo especial dentro y fuera del Seminario.
Francisco J. Cuenca
Seminarista
