Natividad, nace para ser entregado

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

Fray Salvador Jiménez Durán, franciscano en Vélez-Málaga, recorre las distintas escenas de la Navidad, en este caso el nacimiento del niño Jesús.

María en el pesebre, Madre pobrecilla, nos entrega en sus brazos al Niño de Belén. Contempla a su Hijo amado, nos lo muestra y nos lo entrega, a todos aquellos que nos acercamos al Misterio. La función de María es darnos al autor de la vida, para que encontremos el camino de la vida en Dios. Para que, como su Hijo, demos la vida por los demás. Jesús no nace para que te lo quedes, sino para que lo anuncies, lo des, lo entregues. ¿Estás dispuesto como María a dar a luz a Cristo Pobre a través de las buenas obras?

José, junto a María, tiene la función de proteger. Así lo representamos tantas veces: con el bastón y con el farol encendido. Recibió el gran misterio: a la Madre y al Hijo. Descubrió el gran don, el mayor regalo, y se convirtió en custodio del Misterio del Dios que baja a nuestra historia. Tú y yo, somos san José. También hemos recibido el Misterio. Muchas veces no cuidamos ni custodiamos como es debido este don. ¿Custodias el don recibido? ¿Cuidas tu fe? ¿Custodias el misterio que habita en tu hermano, en el pobre, en el más débil?

La gente sencilla también tiene lugar en este Misterio. Los pastores representan a esa multitud que anda de noche guiados únicamente por pequeñas luces. Ellos necesitan el eco de los ángeles que nos dirijan al portal. Así pastores o ángeles se convierten en figuras fundamentales de nuestro pesebre. Y somos tú y yo, unas veces pastores y otras seremos ángeles. Estamos llamados a ayudarnos mutuamente para acercarnos al misterio. Esta llamada a comunicar este gran descubrimiento es fundamental en nuestro mundo actual ¿Se acalla en ti esta gran noticia o eres capaz de comunicarla?

¿Y por qué no la mula y el buey? Ellos abren sus ojos y descubren el Misterio del Niño Dios. La mula el animal más humilde de la creación y el buey con su aliento calienta al pequeño recién nacido. Y como dice Isaías, el buey conoce a su amo y el asno el pesebre donde se alimenta. Si las criaturas conocen al Creador ¿por qué nosotros somos tan duros de entendimiento? ¿Por qué nos cuesta tanto abrir los ojos al Misterio de Dios?

La estrella nos lleve de nuevo a Belén y descubramos el signo admirable del Niño envuelto en pañales.

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