Mons. Satué: «Traigo una disposición abierta para que podamos definir cómo caminar como Iglesia»

Diócesis de Málaga
Diócesis de Málagahttps://www.diocesismalaga.es/
La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

•   «Quiero visitar cuanto antes todas las parroquias de la diócesis para conoceros de cerca»

•   «Procuraré acoger y avivar todo lo bueno que encuentre y a la vez trataré de aportar mi sensibilidad y mi trabajo»

•   «Antes de cualquier decisión importante o de algún paso significativo, he presentado a la Virgen mi vida»

Mons. José Antonio Satué responde en esta extensa entrevista a cuestiones sobre su vocación, su proyecto para la Diócesis de Málaga, su relación con León XIV y los grandes retos sociales a los que se enfrenta la Iglesia

El Señor nos invitó a conservar los valores que nos han ayudado a desarrollarnos como personas y como pueblo y a impulsar, al mismo tiempo, aquellos nuevos valores que engrandecen el patrimonio moral de nuestra sociedad

Hablemos de emociones, ¿qué siente ante su toma de posesión como obispo de Málaga?

Revivo con intensidad dos emociones que acompañaron mi ordenación episcopal en Teruel, hace cuatro años: el vértigo y la esperanza. Siento vértigo cuando pienso en la misión que se me encomienda y más todavía al recordar la talla humana y espiritual de los obispos que han pastoreado esta diócesis malacitana. También crece en mi interior una firme esperanza, porque a lo largo de mi vida he podido experimentar repetidamente que Dios no defrauda y que, a poco que le abramos el corazón, Él va realizando su obra en nosotros y a través de nosotros. También me alienta la acogida cálida y generosa de don Jesús Catalá y de muchos diocesanos y diocesanas de Málaga.

¿Cómo vivió las primeras horas después de saber que iba a ser el obispo de Málaga?

De inmediato, se hizo presente en mi corazón la Diócesis de Teruel y Albarracín, que con razón se lamenta de que “los obispos nos duran poco”. También brotó en mí una sincera gratitud hacia el Santo Padre León, por la confianza que deposita en mí al encomendarme este nuevo ministerio. Y, como ya he mencionado, sentí también el vértigo de comenzar a caminar como pastor de esta Iglesia de Málaga, con la responsabilidad de asumir y alentar una historia fecunda en fe, esperanza y compromiso cristiano.

¿Con qué actitudes asume como pastor su ministerio de Málaga?

Por un lado, con actitud de cercanía y escucha. Por eso, quiero visitar cuanto antes todas las parroquias de la diócesis para conoceros de cerca y saber de vuestra cultura y religiosidad, de vuestros problemas y proyectos. Por otro lado, procuraré fomentar el trabajo en equipo: la experiencia de este modo de trabajo, que he venido viviendo en Huesca, mi diócesis de origen, en el Dicasterio de la Santa Sede para el Clero, en la diócesis de Teruel y Albarracín y en la Acción Católica, ha sido muy enriquecedora y procuraré desarrollarla en Málaga. Tras estos cuatro años de obispo en Teruel, pido al Señor que me ayude a re-estrenar cada día el ministerio para que, como escribió el poeta León Felipe, «no hagan callo las cosas en el alma ni en el cuerpo, para que nunca recemos como el sacristán los rezos, ni como el cómico viejo digamos los versos».

¿Trae algún proyecto definido para la diócesis de Málaga?

Más que proyectos concretos, traigo una disposición abierta para que podamos definir, entre todos los bautizados y bautizadas, cómo caminar como Iglesia sinodal, acogedora, misionera y comprometida con quienes más sufren. Soy consciente de que no soy más que otro eslabón de una cadena que no comienza ni acaba en mí. Por eso, procuraré acoger y avivar todo lo bueno que encuentre y, a la vez, trataré de aportar mi sensibilidad y mi trabajo para favorecer en cada bautizado y bautizada tres relaciones: con Dios, fuente y origen de vida; con la Iglesia, entendida como la comunidad de quienes compartimos corresponsablemente la fe; y con el mundo, al que debemos amar como Jesús y con Jesús, para poder compartir el regalo del Evangelio, practicar la caridad cristiana y aprender de todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

VOCACIÓN SACERDOTAL

Una curiosidad… ¿cómo descubrió su vocación sacerdotal?

Con mucha sencillez. En mi adolescencia, me impresionó la entrega del sacerdote de mi pueblo: su cercanía a los enfermos, las celebraciones que presidía, la catequesis… y su presencia en los momentos clave del pueblo. Aquello despertó en mí la intuición de que ese podía ser mi camino. El Señor fue confirmando esa llamada a través de la oración y convivencias vocacionales. En el Seminario, esa visión se amplió: ser sacerdote era todo lo que había visto en aquel buen cura… y mucho más.

Al escribir Satué el ordenador no reconocía el apellido; una vez agregado al diccionario de Word ya sí, ¿tardaremos sus diocesanos en conocer a D. José Antonio Satué?

Satué es un pequeño pueblo del Pirineo oscense. Su templo parroquial forma parte de las llamadas iglesias prerrománicas del Serrablo. Son pequeñas y sencillas, tienen elementos poco refinados y están muy integradas en aquel terreno. Me siento muy identificado con esas iglesias. Me considero más “románico” que “barroco” y, por tanto, –contesto ya a la pregunta– creo que pronto me conoceréis.

Por cierto, conoce a León XIV, ¿cómo es?

He trabajado con él en el Dicasterio para los Obispos. El papa Francisco me nombró hace dos años miembro de ese organismo vaticano, dirigido entonces por el Cardenal Prevost. He podido disfrutar de su carácter amable, de su delicadeza en el trato, de su prudencia y ponderación a la hora de discernir, de su confianza en Dios y de su espíritu sinodal, pues sabe crear un clima de confianza en el que todos podemos expresarnos con libertad.

¿Cómo se desarrolla su misión en el Dicasterio para los Obispos?

Es una tarea exigente, que requiere estudio minucioso de informes cada vez que tenemos que dar nuestro parecer en el nombramiento de un obispo. Destacaría también la riqueza que supone conocer realidades tan diversas como los países bálticos, Iberoamérica o Australia. Pero lo que más valoro es el espíritu sinodal que caracteriza nuestras reuniones.

¿Y en el Departamento para la Pastoral con los Gitanos de la CEE?

Comparada con otras tareas que he tenido encomendadas, es una realidad pequeña, pero muy viva. Procuro apoyar a la directora del Departamento, que lleva el peso del trabajo. Trato de favorecer la formación de los equipos de pastoral gitana en las diócesis y participar en las reuniones nacionales de delegados y de delegaciones. En estos años he podido experimentar los valores del pueblo gitano que el papa Francisco quiso subrayar en el reciente Mensaje al pueblo gitano en España: el aprecio a las personas mayores y el sentido de familia, el cuidado por la creación, la capacidad para mantener la alegría y hacer fiesta, aunque haya nubarrones en el horizonte, y el significado del trabajo como un medio para vivir y no tanto para acumular.

RETOS SOCIALES

¿A qué retos sociales nos enfrentamos en este momento?

Cada día estoy más convencido de que los retos más decisivos a los que nos enfrentamos son sobre todo culturales. Vivimos un cambio de época marcado por muchos “post”: el postcristianismo, la postverdad, el postdeber, el posthumanismo…; nos enfrentamos a cambios radicales en el modo de hacer política o de concebir las relaciones internacionales… Frente a tanta novedad, se necesita una gran capacidad de discernimiento para no caer en los engaños de ayer y hoy y, a la vez, valorar y aprovechar las oportunidades que cada tiempo nos ofrece. A este respecto, viene a mi memoria esta enseñanza de Jesús: «Todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo» (Mt 13,52). El Señor nos invitó a no desdeñar lo nuevo porque sea nuevo, ni lo viejo porque sea antiguo; nos invitó a conservar los valores que nos han ayudado a desarrollarnos como personas y como pueblo, y a impulsar, al mismo tiempo, aquellos nuevos valores que engrandecen el patrimonio moral de nuestra sociedad.

¿Qué papel juega la figura de Santa María en su ministerio?

En Sesa, mi pueblo natal, tenemos mucha devoción a la Virgen de la Jarea. Cuando yo era chico, rezaba el Rosario y el “Ejercicio de las Flores” en su santuario con las mujeres que acudían en el mes de mayo. Tenía 14 años cuando fui a pedirle que me ayudara a acoger al Espíritu Santo el día de mi Confirmación. Desde entonces, antes de cualquier decisión importante o de algún paso significativo, he presentado a la Virgen mi vida y he implorado su cercanía y protección materna. Además, el Rosario ha sido siempre mi oración cotidiana, cuando mi espíritu está preparado para contemplar cada misterio de la vida del Señor, con el trasfondo de las Avemarías, y en los momentos en los que no puedo hacer otra cosa que rezar con los labios. Esta es una de las principales virtudes del Rosario: sirve a los místicos contemplativos y a quienes a veces padecemos alguna noche oscura. Que la Virgen de la Victoria me acompañe de cerca en la andadura que acabo de comenzar.

A LOS SEGLARES

¿Qué reflexión haría con los seglares de la diócesis malagueña?

Quisiera recordaros algo que ya sabéis: no sólo pertenecéis a la Iglesia, sino que sois Iglesia como Iglesia es el obispo, los sacerdotes y las personas consagradas. Y, por tanto, no sólo sois objeto de la acción pastoral de la Iglesia, sino también protagonistas corresponsables de la vida y misión de la Iglesia. Habéis recibido el mismo Espíritu de Cristo, para ser miembros activos en la misma comunidad cristiana y, de una manera particular, en el mundo de la familia, del trabajo, del barrio o del pueblo, de la actividad cultural… Por tanto, os pido tres cosas: cuidad vuestra espiritualidad y vuestra formación, apartaos de actitudes “clericalistas” que os alejan del mundo al que el Señor os envía, y enriqueced a la Iglesia con vuestra experiencia espiritual y evangelizadora en los ambientes donde se desarrolla vuestra vida.

A LOS CONSAGRADOS

¿Qué pediría a los consagrados y consagradas de la diócesis malacitana?

La Vida Consagrada es un don precioso en la Iglesia y, por tanto, en nuestra Diócesis, pues con sus vidas, los religiosos y religiosas señalan la grandeza de la fraternidad, la urgencia de la solidaridad con las personas más necesitadas y la fuerza del amor de Dios, capaz de colmar las aspiraciones más hondas de cualquier ser humano. Este tesoro es especialmente importante cuando arrecian las tentaciones de individualismo y de indiferencia social y religiosa, así como el vacío existencial. Espero ir conociendo todas las comunidades de religiosos y religiosas presentes en Málaga y Melilla. Os pediría que seáis fieles a vuestra vocación y a vuestro carisma, que sigáis abriéndoos a otros carismas y a la Iglesia diocesana y que afrontéis, con realismo, espíritu de fe y esperanza, la crisis innegable que sufre la Iglesia y afecta de manera particular a la Vida Consagrada.

A LOS SACERDOTES

¿Qué diría a los sacerdotes de su nueva diócesis?

Hace ya muchos años, el Cardenal Tarancón visitó el Seminario de Zaragoza, en el que me formé. Le pidieron un mensaje para los seminaristas y nos repitió muchas veces: “no tengáis miedo, no tengáis miedo al mundo y a la Iglesia”. Entonces no entendí la fuerza de esas palabras. Al poco tiempo de ser ordenado, comencé a comprender, pues pude comprobar que no pocos sacerdotes, con las mejores intenciones, se fueron quedando en la cuneta de la desilusión, de la apatía y de la crítica amarga, precisamente por miedo: miedo al qué dirán, miedo a defraudar al obispo, miedo a ser rechazados, miedo al fracaso. Por eso, mi mensaje a los sacerdotes es éste: En la entrega diaria a vuestro ministerio, no tengáis miedo, porque nuestra misión es apasionante y está guiada por el Espíritu de Dios. No tengáis miedo para dejaros acompañar y pedir ayuda cuando la necesitéis, porque todos llevamos el tesoro recibido en vasijas de barro. No tengáis miedo para salir al encuentro de tantas personas alejadas de la fe, pues en ellas también late ese mismo Espíritu.

Ver este artículo en la web de la diócesis

Contenido relacionado

Más de 25 obispos acompañarán a Mons. Satué este sábado en Málaga

Alrededor de 25 obispos, entre los que destacan el cardenal arzobispo...

Círculo de Silencio convoca el segundo miércoles de mes en varios puntos de la...

La Delegación de Migraciones convoca un nuevo Círculo de Silencio en...

Enlaces de interés

ODISUR
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.