D. José Antonio Satué ha visitado la parroquia de los Santos Mártires para venerar en ella a los jóvenes patronos que dieron su vida en el siglo IV. Allí ha presidido la Eucaristía, coincidiendo con la Misa del patronazgo de Virgen de los Remedios, patrona de la feligresía.
Los Mártires es una de las parroquias fundacionales de Málaga, en cumplimiento del voto realizado por los Reyes Católicos. En ella se rinde culto a los santos patronos de la ciudad, Ciriaco y Paula, cuya sangre regó la semilla de la Iglesia en la ciudad. Como explica el párroco y Vicario episcopal para el Laicado, Manuel Ángel Santiago, «una vez hecha la visita a la patrona de la ciudad y la diócesis, la Virgen de la Victoria en este segundo domingo de su ministerio en Málaga, el Obispo ha deseado venerar las imágenes de los santos patronos Ciriaco y Paula, mártires en los que podemos encontrar las raíces de nuestra fe. A lo largo de la historia han estado presentes como intercesores de la ciudad, y siguen siendo modelo para los cristianos malagueños».
En el atrio de la parroquia, han recibido al Sr. Obispo el párroco, Manuel Ángel Santiago, los sacerdotes y diáconos y los hermanos mayores de las hermandades, tanto de Pasión como de Gloria, de toda la unidad pastoral, ya que son numerosas las hermandades que tienen sede canónica en las parroquias de los Santos Mártires y San Juan y en la iglesia del Santo Cristo de la Salud, así como en capillas dentro de la feligresía.
La entrada al templo ha estado precedida por la veneración del Lignum Crucis y la aspersión con agua bendita realizada por el Obispo. Se trata de uno de las iglesias fundacionales de la Diócesis de Málaga, cuya construcción primitiva fue iniciada en 1491, y que ha sido rehabilitada integralmente en 2022.
Tras venerar a Jesús Eucaristía presente en el Sagrario, el Obispo se ha detenido ante la imagen de la Virgen de los Remedios, y ha subido al camarín de los santos Ciriaco y Paula, mártires por la fe en la persecución de Diocleciano, en el s. IV. Como ha expresado el párroco, «la iglesia en Málaga hunde sus raíces en la misión pastoral de san Patricio, obispo, y en la sangre de los santos mártires Ciriaco y Paula, cuya memoria en el tiempo fue puesta de relieve con los Reyes Católicos. D. José Antonio continúa ahora la sucesión apostólica en nuestra diócesis y sigue la vinculación con nuestros jóvenes patronos mártires». Ha firmado en el libro de la parroquia, dedicando un mensaje en el que pide a los santos mártires que acompañen su ministerio y la vida cristiana de los malagueños y las malagueñas.

Coincide que esta Misa del tercer domingo de septiembre se celebraba la función principal de la hermandad de los Remedios, patrona de los Mártires y su feligresía desde 1755. La imagen ha recibido la veneración del Sr. Obispo y los fieles ya expuesta en su trono procesional en el crucero de la iglesia, preparada para la procesión, prevista para las 18.30 h. Antes de comenzar la celebración, D. José Antonio ha saludado fraternalmente al sacerdote mayor D. Isidro Rubiales, canónigo de la Santa Iglesia Catedral y quien fuera párroco de San Juan, luego integrada junto a los Mártires en la misma unidad pastoral.
La Eucaristía ha estado concelebrada por el arcipreste, Antonio Aguilera; el delegado de hermandades y cofradías, Salvador Guerrero, así como por los vicarios parroquiales de la unidad pastoral, Isidro Calderón y José Mª. García Paniagua, y otros sacerdotes vinculados a la misma, y asistida por los diáconos que prestan servicio en ella. Han participado numerosos fieles, entre ellos representantes de las agrupaciones de hermandades de Pasión y de Gloria, ya que la parroquia es sede de ambas. Junto a ellos, han celebrado su fe en comunidad también miembros de todos los grupos parroquiales: Catequesis, Cáritas, Liturgia… y la comunidad paraguaya, unida desde hace años a la unidad pastoral.
En su homilía, el Obispo de Málaga ha recordado a Felipe Reina, anterior párroco, fallecido recientemente, y ha agradecido profundamente su labor a la congregación de los Santos Patronos por mantener vivo el ejemplo de los mártires entre los malagueños. «También hoy muchos cristianos son perseguidos y asesinados por ser fieles a su fe. Esta misma semana, sesenta cristianos han sido asesinados en el Congo. Y, además del martirio rojo, existe el martirio gris: ese sufrimiento cotidiano, incruento, que padecemos cuando somos rechazados, criticados o ridiculizados por defender el Evangelio y la dignidad de la vida humana -de los no nacidos, de los empobrecidos, de los ancianos, de los inmigrantes a quienes se intenta criminalizar y de aquellas personas que son descartadas-», ha expresado. «Todos los mártires, de ayer y de hoy, siguiendo la enseñanza del Evangelio, no sirven a dos señores: optan decididamente por Cristo». El Obispo ha referido qué significa el martirio cristiano, que no muere por defender ideas propias, sino por fidelidad a una persona: Jesucristo. «El mártir es alguien que ama hasta el extremo. Jesucristo, el primer mártir de la Cruz, es el Señor de la vida».
En referencia a los mártires en el Año Jubilar de la Esperanza, ha afirmado que «San Ciriaco y Santa Paula, y todos los mártires —mujeres y hombres— no sólo son testigos de esperanza: son fuente de esperanza para los demás». «Llenemos nuestros corazones con esa esperanza que nos hace capaces de amar y servir más y mejor, incluso cuando nos duela. Así, también nosotros podremos ser, como San Ciriaco y Santa Paula, fuente de esperanza para quienes la han perdido o están a punto de perderla», ha invitado a los presentes.
La celebración ha sido acompañada por el Coro de la hermandad de Viñeros. Al término de la misma, el Obispo ha pedido a la comunidad que ore por él ante los santos patronos, para que le guíen en la entrega que el Papa León le ha pedido en esta diócesis. Se ha terminado con el canto del Salve Regina a la Virgen de los Remedios y el himno de los santos Ciriaco y Paula.