Autor de más de 120 publicaciones en papel, el obispo de Coria-Cáceres, Mons. Francisco Cerro (Malpartida de Cáceres, 1957), se ha adaptado como nadie a las nuevas formas de comunicación, con perfiles tanto en Instagram como en Twitter (@Obispofcerro) y Facebook, además de mantener a diario un blog personal. Recientemente visitó Málaga para hablar del Padre Arnaiz, una figura que lo cautivó precisamente por su capacidad de hacer actual el mensaje del Evangelio.
¿Cómo conoció al Padre Arnaiz?
Por uno u otro motivo, he tenido que estudiar y profundizar en la vida de casi todos los grandes apóstoles del Corazón de Jesús del siglo XX. Entre ellos, me encontré con este jesuita, misionero popular, fundador de las Misioneras de las Doctrinas Rurales, que se movió por toda España, especialmente por Andalucía y Málaga. Aunque su espiritualidad coincide con toda la espiritualidad del Corazón de Jesús de aquella época, que bebe sobre todo de las encíclicas que los papas de entonces empezaban a sacar sobre esta advocación, me impresionó muchísimo su vida. La conozco bien gracias a la biografía del Padre Luque, de la comunidad jesuita de Málaga. Además, me parece un santo muy actual.
Es usted uno de los obispos españoles con más presencia en redes sociales. ¿Cuál es su motivación?
Recuerdo siempre una cosa que me dijo un señor de Cáritas: «Don Francisco, hay que estar ahí porque si no, uno no existe. Y después, es bueno que cuente usted todo lo que vaya haciendo, porque es mejor que lo cuente uno a que lo cuenten por uno». Es sorprendente lo positiva que está siendo esta presencia en las redes. La gente está ahí, no son calles vacías. Ahí hay rostros, hay personas concretas, es una forma de evangelizar maravillosa. Yo creo que hay que estar ahí. Como todo, puede tener sus dificultades, pero es infinitamente más el acierto que tiene.
Tiene usted perfiles en todas las grandes redes sociales, ¿cuál es su favorita?
Todas. Para mí es válido todo lo que sea anunciar a Jesucristo desde lo que yo siempre he procurado ser. Mi especialidad ha sido siempre la Teología Espiritual, que fue lo que estudié en Roma; así que mi experiencia sigue siendo la de ayudar a la gente a crecer en esa interioridad, en esa vida espiritual; ayudarles a descubrir el amor de Jesús. Siempre repito una frase: «ayudar a crecer por dentro para servir por fuera». No es tanto un intimismo, sino una intimidad con el Señor que te lleva a entregar la vida especialmente a los más necesitados.
Entre los miles de seguidores que tiene en la red habrá respuestas de todo tipo…
Constantemente hay gente que se pone en contacto conmigo a través de las redes. Gente que te cuenta sus dificultades, sus problemas, que le han detectado una enfermedad incurable y que quería hablar conmigo, gente que te da las gracias… Hoy mismo, una persona me decía que los pequeños pensamientos o meditaciones que hago por este medio le están ayudando a orar, a volver a encontrar el gusto en la vida de Dios. Me parece que a través de las redes sociales se evangeliza y se puede llegar a tener realmente un contacto de ayuda en muchos aspectos de la vida humana y cristiana. Hay que estar ahí.
Antonio Moreno
