
En su homilía en la Misa del Alba de la Cofradía del Cautivo, el Sr. Obispo le ha pedido al Señor de Málaga «que nos conceda su misma mirada para ver con sus ojos, para ayudar al necesitado, para cuidar al enfermo, para vestir al desnudo, para apoyar al caído, para dar una palabra de aliento a quien se encuentra deprimido».
A pesar de la lluvia, numerosos fieles han asistido esta mañana de lunes santo a la tradicional Misa del Alba previa al traslado de los titulares de la cofradía hasta su casa hermandad.
El prelado se ha referido a la costumbre de lanzar claveles al paso de las imágenes como una metáfora de la oración insistente a la que nos invita Jesús «os invito a todos a expresarle nuestro amor al Cautivo ofreciéndole unas oraciones en forma de claveles. Cada acto de adoración a Jesús-Cautivo, cada acción de gracias o de petición sea como un clavel rojo que le ofrecemos hasta cubrirlo con un manto de cariño, de agradecimiento y de petición. Contemplemos su divinidad haciendo de la oración parte fundamental de nuestra vida. Como decía el papa Francisco, la oración nos libera del lastre de la mundanidad, nos enseña a vivir de manera gozosa, a alejarnos de la superficialidad, a ejercer la verdadera libertad».
Mons. Catalá ha recordado que «la Misa del Alba de este año está enmarcada en el Jubileo 2025, al que hemos sido convocados por el Papa para recibir el perdón de Dios y sentirnos “Peregrinos de Esperanza”, como reza el lema jubilar» por lo que pidió «a Jesús-Cautivo que nos conceda su perdón y su salvación; que nos ayude a conocerlo mejor, a vivir con él y a seguir sus pasos. Cristo es el Señor, el Hijo único de Dios verdadero, el redentor de la humanidad. A él clamamos desde nuestra pequeñez y desde nuestra miseria, para que nos libre del mal, del pecado y de la muerte eterna».
Aunque los motivos meteorológicos impidieron la tradicional visita de Ntro. Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad a los enfermos y el personal médico del Hospital Civil. D. Jesús tuvo un recuerdo para ellos pidiendo «por todos los enfermos, para que Jesús-Cautivo les traiga la salud corporal, si les conviene; y, sobre todo, la salud espiritual. Pedimos también por el personal médico y sus colaboradores, para que sean instrumentos dóciles del amor de Dios y signos vivientes».