«Satán contra los evangelistas. Un debate en el cielo» es el título de la última obra escrita por el sacerdote jesuita José Luis Sicre (Cádiz, 1940), que presentó recientemente en Málaga. Es frecuente verlo pasear por nuestra ciudad, en la que pasó los mejores años de su infancia y donde dio sus primeros pasos para ser jesuita.
El título de su nueva obra es muy atractivo, ¿dónde nos lleva?
La obra va de las diferencias que hay en los Evangelios, especialmente en los tres sinópticos Mateo, Marcos y Lucas, sobre Satán. Este tema se podía haber abordado de una manera científica, intentando explicar caso por caso pero, de repente, se me pasó por la cabeza la imagen del libro de Job, en el que Satán habla con Dios, como dos amigos, y pensé que podía utilizar el mismo recurso, adaptándolo, es decir, un debate en el cielo donde Satán va a criticar y atacar a los evangelistas, porque se contradicen y los evangelistas tienen la posibilidad de defenderse. Y todo esto, prácticamente se convierte en una novela policíaca. Para una persona que no conozca los Evangelios y tenga interés en conocerlos, yo creo que puede ser una gran ayuda, al mismo tiempo que un libro muy divertido.
Libros suyos como la saga de «El cuadrante», o éste último, han despertado un gran interés por la Biblia en muchos jóvenes.
Quien piense que ya lo sabe todo, se va a llevar una sorpresa muy grande. En mis obras, no le adjudico a ningún evangelista nada que no haya escrito pero, a veces la gente tiene una idea muy equivocada de los Evangelios. Hay mucha gente que, en realidad, sabe de ellos lo que les han contado de pequeños. Es curioso pero, hay personas mayores que, después de leer este último libro, me han dicho que les gusta porque les quita muchos mitos e ideas equivocadas de lo que es el Evangelio. Les da un sentido mucho más humano de lo que es la figura de Jesús, de su mensaje…
Málaga tiene un sello especial para usted.
Aquí viví desde que tenía nueve años, cuando llegué con mi familia. Fui alumno del Colegio de los Jesuitas en El Palo. Cuando vengo a Málaga es como volver a casa. Me gusta pasear por las calles, visitar a los amigos… cuando paso por la puerta de la iglesia de San Juan, en Málaga, recuerdo que, cuando era niño, pasaba por allí camino de la congregación. Málaga es una ciudad que me atrae mucho, además de que esta comunidad de jesuitas me resulta muy querida y cercana. En esta ciudad viví desde los nueve años a los 16, cuando me fui al noviciado. Después fui profesor en el colegio de El Palo y después he regresado muchas veces, siempre con muchísimo gusto.
¿Qué destacaría usted de este Año de la Misericordia?
La misericordia, que no es poco (se ríe). Cuando nos pregunta si hemos experimentado la misericordia de Dios, nos quedamos desconcertados, pero es bueno que nos paremos un momento a pensar en qué es la misericordia y cómo manifiesta Dios su misericordia a través de las personas que nos rodean; en el tema del pecado y la debilidad humana, y cómo Dios siempre nos recibe con los brazos abiertos. Eso es la misericordia y yo creo que es un gran acierto del Papa. En nuestra sociedad se ve más la violencia que la misericordia. Es más, por ejemplo, para ver lo bueno de la unión de las personas en la defensa de una buena causa, tienen que ocurrir desgracias tremendas. Y hay toda una serie de situaciones terribles con las que no nos movemos lo más mínimo, como ocurre en África, o en Siria, o con tanta gente perseguida, que muere de hambre… y no provoca en nosotros ninguna reacción. Dedicar un año entero a hablar de la misericordia y a pensar en la misericordia de Dios, y en la que nosotros debemos tener, me parece muy importante.
En la Sagrada Escritura, de la que usted es un gran conocedor, la misericordia de Dios está presente de muchas formas.
Yo destacaría que es la definición de Dios que hay en el Antiguo Testamento, concretamente en el capítulo 34 de Éxodo, donde se dice que Dios es clemente, compasivo, misericordioso, lento a la cólera y rico en clemencia. La misericordia es lo fundamental en Dios.
¿Ve usted interés en formarse y conocer la Biblia?
La verdad es que llevo cinco años fuera de España moviéndome en un ámbito muy intelectual, pero también es cierto que he viajado muchísimo para dar conferencias sobre la Biblia: en América, Islas Canarias, Galicia, Barcelona, Zaragoza… y siempre se lleva la sala de gente a la que le interesa la Biblia una barbaridad. Cuando se organizan ciclos bíblicos, la respuesta es impresionante. Yo creo que, en el fondo, es la sección de la Teología que más atrae.
Encarni Llamas Fortes