Mons. Satué
Los días 20 y 24 de diciembre D. José Antonio Satué celebró la Misa de Navidad en los Centros Penitenciarios de Alhaurín de la Torre y Archidona. Estuvo acompañado por los capellanes, sacerdotes y voluntarios de Pastoral Penitenciaria, así como miembros de Hermandades y Cofradías de Málaga. Participaron más de 150 internos e internas entre las dos prisiones.
Como señala en su crónica el delegado de Pastoral Penitenciaria, Pedro Fernández Alejo, «D. José Antonio se estrenó con buen pie al ser la primera vez que se hacía presente en un acontecimiento tan importante para la vida de los privados de libertad como lo fue el celebrar la Navidad. Se sintió a gusto con ellos y les invitó a buscar la Luz de Cristo que viene a cada uno de ellos y a abrir los brazos para acoger al Mesías que llega como libertador; del mismo modo, a abrir los brazos para acoger a los compañeros, familiares y amigos, especialmente a los más pobres y desfavorecidos».

Para el trinitario, «la Navidad en la cárcel se vive con mucha intensidad. Independientemente del origen, raza, lengua o credo, todos participan de ese halo envolvente misterioso y espiritual, al mismo tiempo. Aunque no se “celebre” la Navidad al modo “mundano” de la supuesta libertad en la calle, sí hay una gran diversidad de sentir estas fechas como una realidad profunda marcada por ausencias queridas, sentimientos muy íntimos y familiares, alegrías contenidas pero muy sentidas, dolorosos recuerdos de tiempos de paz y armonía, también sentimientos de culpabilidades y desafectos por actitudes de egoísmo, orgullo, soberbia y rupturas a causa de amores quebrados y no recuperados. La participación en la Misa de Navidad, denominada la “misa del pollo”, por celebrarse por la mañana, se vive con una intensidad profunda, casi de respiración contenida. Todos los participantes reflejan la profundidad y la emoción del gran misterio que celebramos, abriendo corazones y brazos para acoger al que viene a liberarnos de esclavitudes y pecados y a llenarnos de la vitalidad del Espíritu que hace renacer en cada uno de los asistentes la alegría del amor que el Padre nos ofrece a través del Niño Dios».

Uno de los momentos emotivos del encuentro que tuvo lugar en Alhaurín de la Torre fue la bendición de una imagen de la patrona de Málaga donada por la la Hermandad de la Virgen de la Victoria con motivo de sus ciento cincuenta años de existencia. A partir de ahora, afirma el capellán, «la comunidad cristiana de la prisión de Alhaurín contará con dos imágenes de la Madre de Dios, Nuestra Señora de la Merced, Patrona de los presos y de Instituciones Penitenciarias, y Santa María de la Victoria, patrona de la Diócesis de Málaga. Y para que estos momentos de fe y alegría perduren en el tiempo, se les regaló a cada interno e interna un Evangelio 2026, una radiolina (obsequio de Radio María), así como rosarios y felicitaciones de Navidad escritas por niños para transmitirles ánimos y esperanza».


