El primer sábado de Cuaresma, las religiosas, religiosos, consagrados, sacerdotes y diácono de la Ciudad Autónoma de Melilla celebraron su retiro para profundizar en este tiempo de gracia que nos conduce hacia la Pascua.
El sacerdote Víctor Hugo Andrade, CJM, párroco de San Agustín, administrador parroquial de la Medalla Milagrosa, vicario parroquial de La Purísima Concepción, vicario parroquial del Sagrado Corazón (Melilla) y capellán del Hospital Comarcal de la Ciudad Autónoma, fue el encargado de dirigir la meditación de la mañana titulada «No hay Jubileo sin perdón».
Una mañana en la que «rezamos unos por otros y encomendamos a todos los arciprestazgos que celebraban su jornada jubilar», explica el vicario territorial de Melilla, el sacerdote Eduardo Resa.
