
Los dulces artesanales del Convento de las Mínimas de Archidona ya llevan el distintivo de Sabor a Málaga, la marca con la que la Diputación promociona los productos agroalimentarios malagueños, a los restaurantes que los utilizan para elaborar sus recetas y a los comercios que los distribuyen. Esta congregación tiene una vinculación especial con la Virgen de la Victoria de la mano de san Francisco de Paula, fundador de la Orden de los Mínimos. La correctora del convento, Madre Lourdes, nos cuenta en este podcast sobre dulces, historia y fe.
El presidente de la Diputación, Francisco Salado, entregó la placa de Sabor a Málaga durante su visita al convento, cuyo nombre completo es convento de Jesús y María de Monjas Mínimas de San Francisco de Paula, perteneciente a la Orden de los Mínimos, fundado en 1551 y cuyo edificio actual data del siglo XVIII.
En este convento viven y trabajan actualmente nueve monjas de diferentes nacionalidades con edades comprendidas entre los 35 y los 86 años, que desde 1990 elaboran productos de repostería elaborados con ingredientes locales, fundamentalmente adquiridos a vecinos y a empresas del municipio. Esta labor, además de dinamizar la economía local y hacer perdurar las recetas tradicionales, les permite generar ingresos para mantener a la comunidad. Anualmente producen entre 300 y 500 kilos de dulces, siendo la época de más trabajo la campaña navideña, de octubre a diciembre.
Desde que esta iniciativa se pusiese en marcha, tanto las especialidades como el número de productos ha ido variando, y en la actualizad se elaboran 14 tipos de dulces, como el mostachón relleno de batata o los quesitos de almendra, dos de las especialidades más vendidas. También se elaboran dulces sin gluten, y la venta se realiza directamente en el convento pero también a través de la web minimasarchidona.org.