El Sr. Obispo ha presidido este sábado 29 de marzo la Eucaristía en la Catedral con motivo del 50 aniversario de presencia del Camino Neocatecumenal en la Diócesis de Málaga. Alrededor de 1.000 fieles, en representación de todas las comunidades neocatecumenales que viven su fe en Málaga y Melilla han participado en esta fiesta en el contexto del Jubileo 2025.
D. Jesús comenzó la celebración pidiendo «al Padre que acoja a los que ya marcharon» e invitando a «hacer fiesta, dando gracias a Dios por este 50 aniversario y también por la celebración jubilar».

Las lecturas correspondientes al domingo laetare o de la alegría, IV de Cuaresma, tuvieron como centro la parábola del Hijo Pródigo. En alusión a ella, Mons. Catalá afirmó que «en las catequesis y en las celebraciones del Camino Neocatecumenal, como bien sabéis, está muy presente la conversión a Dios, la vuelta a la casa paterna, la renuncia al pecado, la reconciliación y el cambio de vida que el Señor opera en nosotros gracias al Espíritu Santo», y recordó que «una vez reconciliados con Dios, San Pablo nos anima a ser mensajeros de la reconciliación porque ha puesto en nosotros el mensaje de la reconciliación», por lo que invitó a los presentes a proclamar «esta obra salvadora de Dios a nuestros contemporáneos que viven de espaldas al amor misericordioso. Dando gracias hoy porque durante 50 años ha habido esta invitación a tanta gente a convertirse a Dios».

El prelado ha pedido a los miembros del Camino «que sigáis anunciando ese perdón que el Señor otorga a todos, a toda la humanidad». Y señaló que «sigue habiendo muchas personas alejadas de Dios», por lo que insistió en que «mientras quede alguien alejado no podemos quedarnos de brazos cruzados. Con nuestra oración, con nuestro ejemplo, y con nuestra palabra explícitamente hemos de invitarles a que regresen a la casa del Padre».