Este pequeño diálogo se repite en la localidad malagueña de Campillos cada vez que un vecino deposita dinero en uno de los jarros de bronce que portan las feligresas de Santa María del Reposo, cuando pasan por las calles de la localidad tocando la campana para solicitar ayuda para las ánimas.
Una tradición se repite a lo largo del todo el año, como asegura el párroco de Santa María del Reposo, Petre Chelaru, y afirma que «en este pueblo hay muchísima devoción a las Ánimas Benditas y la gente confía mucho en su intercesión» además, añade que, «económicamente es de gran ayuda para la parroquia».
Asimismo, Chelaru explica que «esta costumbre consiste en que los feligreses de Campillos, sobre todo mujeres, salen a las calles con una campanilla que van tocando y un jarro de bronce donde los fieles aportan ofrendas a las Ánimas. Lo recaudado, posteriormente, se lleva a la parroquia para sufragar las misas en honor y cubrir otros gastos, como la evangelización o el mantenimiento del templo».
Cuando las personas aportan esa ofrenda, cuenta el párroco, «se les obsequia con una estampa dónde aparece el cuadro de las Ánimas de la parroquia y, en el reverso, hay un diálogo que realizan como tradición entre los que dan y los que reciben las monedas: “Las Ánimas te den el premio” y, posteriormente, se responde: “Y a ustedes las buenas obras”».
Y es que, el 2 de noviembre se celebra el Día de los Fieles Difuntos, fecha en la que se reza por aquellos fieles que han terminado su vida terrenal y los que aún se encuentran en estado de purificación en el Purgatorio.
A pesar de los años, la tradición de seguir ofreciendo “oro líquido” para iluminar a las ánimas sigue estando muy presente, entre otros lugares, en la parroquia de Santiago Apóstol de la capital, donde se encuentra el cuadro de las Ánimas, que pintó Juan Niño de Guevara, en el siglo XVII. Es aquí donde los fieles depositan botellas y garrafas de aceite, tanto de girasol como de oliva, mientras hacen sus peticiones, les cuentan sus inquietudes o pide por la salvación de sus difuntos.
El párroco de Santiago Apóstol, Miguel Ángel Gamero, asegura que «al día reciben una media de 100 litros independientemente de la fecha en la que se encuentren. Todos los viernes se distribuyen alrededor de 700 litros de este aceite, en su mayoría, es de girasol a centros de acogida, de Cáritas u otras instituciones malagueñas. Todo se destina a la caridad».
En Antequera, por su parte, el párroco de San Juan, Tomas Juncosa celebrará un triduo en honor de las Ánimas, que será celebrado el miércoles 8 y viernes 10 a las siete de la tarde y, el domingo día 12, a las doce del medio día.
Carmen Aguilera