
Aquí tenemos ya el nuevo disco de Rosalía, LUX, un huracán de búsqueda que abre caminos nuevos o recorre de un modo nuevo los anteriores. Dice Rosalía que la mística femenina ha sido una clave en estas quince (dieciocho, en la versión física del disco) canciones, y nombra a Teresa de Jesús, Rosa de Lima o Hildegarda de Bingen. Casi nada.
Me ha parecido una maravilla que atrapa desde los primeros acordes de Sexo, violencia y llantas, hasta los ecos finales de Magnolias. Me ha recordado a Björk, sobre todo al principio, pero las referencias son tantas que, desde mi pobre universo musical, no soy capaz de reconocer ni una pequeña parte de ellas.
En este tema, que he elegido porque me parece que muestra la trascendencia de un modo asombroso, he reconocido a The Doors (señalados por Patti Smith), Agustín de Hipona, Platón y Alejandro González Iñárritu, en las letras, y, en fin, flamenco encajado en ritmos diferentes, y sonidos ambientales y polifónicos que se ensanchan paso a paso al servicio del proceso que narra y canta (algo que, de algún modo, me ha recordado a The Cure, pero porque es mi grupo preferido, no porque esta joven haya querido tomarlos como referencia, supongo).
En la canción distingo varias partes, con un comienzo que podría haber firmado la misma Björk (que aparece, de una forma asombrosa, en otro tema, Berghain), un segundo tramo en el que entra el ritmo flamenco y el canto árabe mientras se nos describe la existencia actual con su estrés y, sin embargo, alusiones claras a la paz que viene desde un amor que nos trasciende y permanece (ese Tú ta’ lejos, y a la vez más cerca que la propia yugular, y aquí veo yo una huella de Agustín de Hipona), y que nos lleva a ese subidón progresivo donde nuestra genial autora se va introduciendo en el misterio de la relatividad del espacio y el tiempo, para acabar agarrándose al amor divino y perderse en él en una explosión de, no sé, asombrosa profundidad que te deja flotando. Como punto culminante, unas palabras de Patti Smith, la madrina del punk, que nos señalan ese «paso al otro lado» que en su juventud gritaba Jim Morrison con The Doors como una desesperada necesidad de redención.
En fin: me ha puesto los vellos a cuartas. Aquí tenéis la letra. Me parece que da para tesis, desde luego.
José Manuel Llamas Fortes, sacerdote diocesano de Málaga, doctor en Patrología
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¿Cuántas peleas recuerdan
las líneas de mis manos?
¿Cuántas historias caben
metí’as en veintiún gramos? (el peso del alma humana, posible referencia a la película de Alejandro González Iñárritu)
Tú, que
tá’ lejos,
y a la vez
más cerca.
Tú, que
tá’ lejos,
y a la vez
más cerca
que mi propia vena yugular (¿referencia a Las Confesiones, libro III, 6, 11?).
من أجلك أدمر السماء
ومن أجلك أهدم الجحيم
فلا وعود
ولا وعيد
(Por tu causa destruyo los cielos
y por tu causa destruyo el infierno:
no hay promesas,
no hay promesas)
Mira, yo no tengo tiempo
para odiar a Lucifer:
estoy demasiado ocupada
amándote a ti, Undibel («Dios», en caló)
Mi corazón,
que siempre está en una carrera:
estoy cortando las flores
antes de que sea primavera.
Donde atan a los caballos,
los míos bien amarra’os:
la sangre y la suerte
aquí, me han arrastra’o (¿referencia a Platón?).
Tu amor es una avalancha,
cae por su propio peso al existir.
Ayer, hoy y mañana,
la nieve en la que me quiero hundir.
من أجلك أدمر السماء
ومن أجلك أهدم الجحيم
فلا وعود
ولا وعيد
(Por tu causa destruyo los cielos
y por tu causa destruyo el infierno:
no hay promesas,
no hay promesas)
Yo quepo en el mundo
y el mundo cabe en mí;
yo ocupo el mundo
y el mundo me ocupa a mí.
Yo quepo en un haiku
y un haiku ocupa un país;
un país cabe en una astilla,
una astilla ocupa la galaxia entera.
La galaxia entera cabe en una gota de saliva,
una gota de saliva ocupa la Quinta Avenida;
la Quinta Avenida cabe en un piercing
y un piercing ocupa una pirámide.
Y una pirámide cabe en un vaso de leche,
y un vaso de leche ocupa un ejército,
y un ejército cabe metí’o en una pelota de golf,
una pelota de golf ocupa el Titanic.
El Titanic cabe en un pintalabios,
un pintalabios ocupa el cielo,
el cielo, la espina,
una espina ocupa un continente,
y un continente no cabe en Él,
pero Él cabe en mi pecho,
y mi pecho ocupa Su amor,
y, en Su amor, me quiero perder.
(Palabras de Patti Smith)
Seven heavens, big deal, I want to see the eighth heaven
Tenth heaven, thousandth heaven
You know, it’s like break on through to the other side
It’s just like going through one door
One door isn’t enough
A million doors aren’t enough.
(Siete cielos, buen trato, quiero ver el octavo cielo,
décimo cielo, milésimo cielo.
Ya sabes, es como abrirse paso hacia el otro lado,
es como atravesar una puerta:
una puerta no es suficiente,
un millón de puertas no son suficientes).

