Miguel Orellana es el hermano mayor de la hermandad de Santa María de la Victoria desde noviembre del año pasado, por lo que esta viviendo la Solemnidad de la Patrona de una manera muy diferente.
Este es su primer año como hermano mayor, pero su unión con la hermandad viene de lejos ¿no es así?
Pues sí, llevo más de 30 años en la Junta de Gobierno, pero como hermano mayor tienes más responsabilidades. Además, cuento con mucho apoyo, estoy muy arropado por mucha gente.
La devoción a la patrona le viene de familia
El cariño hacia la imagen de la Patrona es una tradición familiar, mi padre era muy devoto de la Virgen, repartía estampas, incluso diseñó un pin con su imagen, le tenía un cariño, un cariño que le inculcó mi abuelo. En mayo siempre hacíamos una peregrinación familiar a verla.
¿Qué significa la Patrona para usted?
Pues en la vorágine del día a día y las numerosas actividades que tenemos todos entre el trabajo, la familia (vivimos muy acelerados), para mí la Patrona significa paz y sosiego. Cuando me siento a rezar delante de Ella son momentos especiales que me ayudan a acercarme a Dios. Para mí la Virgen María representa la protección y la cercanía que tenemos con una madre.
¿Cual es la principal función que lleva a cabo la hermandad?
Tenemos que intentar acercar la Virgen a los fieles de la Diócesis. La hermandad se encarga de los cultos a la Virgen y fomentar la devoción hacia ella. Por eso, a lo largo del año tenemos momentos de más actividad, como puede ser el mes de mayo que vivimos muy intensamente. Pero sobre todo estos días de traslado a la Catedral, tienen muchos preparativos, son días de muchos nervios. Pero es una satisfacción muy grande cuando ves que las cosas salen bien y ya está en en el primer templo de la ciudad, es una satisfacción enorme.
¿Qué es lo que más destacaría de estos días?
La satisfacción que se siente cuando tantas persona nos hablan de la cercanía que siente cuando la ven en la Catedral. Al estar en el centro de la ciudad los desplazamientos son más cómodos. Le diría a los malagueños que se acerquen a verla porque la Virgen les está esperando a cada uno de ellos, la Virgen nos habla. Y también en los momentos íntimos, porque cualquier persona está invitada a entrar y ponerse a su pies para hablar con Ella, que Ella siempre nos escucha e intercede por nosotros, la Virgen está ahí y lo más importante es sentirla a ella cerca.
En cuanto a la novena, que tiene lugar del 30 de agosto al 7 de septiembre, y este año está predicada por el sacerdote, Miguel Ángel Gamero, párroco de Santiago Apóstol ¿por qué debemos acudir?
Para mí es como la puesta en marcha del curso y qué mejor manera que empezar de la mano de la Madre y de los predicadores que nos ayudan a acercarnos a Ella.
Beatriz Lafuente
