En estos días, una imagen pequeña de Santa María de la Victoria, réplica de la original, está recorriendo parroquias, cofradías, conventos y otras realidades diocesanas, portada por el predicador, Salvador Aguilera, en compañía del hermano mayor de la Hermandad, Miguel Orellana.
El deseo del predicador era, desde su nombramiento, que la novena a la Virgen de la Victoria no se circunscribiera solo a un espacio y un tiempo, sino que fuera más allá. Fruto de ello, la Virgen de la Victoria está ya en Roma, como otras patronas de ciudades del mundo, desde que en julio de este año el Obispo bendijera una imagen suya obra de Raúl Berzosa en la basílica romana de “Sant’Andrea delle Fratte”, iglesia confiada a la Orden de los Mínimos desde el siglo XV. También, con este propósito, la imagen de la patrona de Málaga se ha vuelto peregrina y visita estos días decenas de lugares, a los que es llevada por el propio Aguilera y el hermano mayor, Miguel Orellana. «A los conventos de clausura o con religiosas ancianas que no pueden venir a la Catedral, va la Virgen a verlas», explica Salvador. La imagen que lleva es una réplica exacta de la original, policromada y de unos 20 centímetros de alto que ofrece la hermandad a quien quiera adquirirla. «Les llevo la imagen, cantamos, rezamos, la veneran, les doy la bendición y les digo que esa tarde las vamos a encomendar especialmente en la novena». En los primeros días, la imagen ha pasado por los conventos de las Hermanas de la Cruz, las Siervas de María, las Mercedarias, las Clarisas y las Hermanitas de los Pobres. Otras comunidades religiosas de toda la diócesis (Carmelitas Descalzas de Málaga y Antequera, las Mínimas de Archidona, Hermanas de la Cruz de Pizarra y Ronda y Franciscanas de los Sagrados Corazones de Antequera) han hecho llegar al sacerdote sus oraciones, después de que él les escribiera invitándoles a unirse a él. También las cofradías y hermandades de Pasión y Gloria que así lo desean están formando parte de este recorrido mariano. Hasta el último día están recibiendo la visita las de la Paloma, la Humillación, El Rico, Piedad, Dolores del Puente, Misericordia, Penas, Rocío, el Calvario y Mena.
¿Cómo ve el predicador la devoción a la Virgen de la Victoria entre los malagueños? «Me quedo alucinado. Cuando visitamos los conventos y comunidades, nos damos cuenta de la cantidad de imágenes y representaciones de la Virgen de la Victoria que hay repartidas por toda Málaga. Está en todos los sitios. Lo único que quizás es preciso es aunar más la participación de las distintas entidades en los actos en su honor. Pero la devoción la veo muy difundida en la ciudad», explica.
Para visitar a la Virgen en la Catedral durante estos días de la novena también se han desplazado personas de fuera de la diócesis, entre otros el hermano mayor de la Virgen de la Paz de Ronda, el rector de la Universidad Católica de Valencia, cuatro consagradas del Instituto Secular Ignis Ardens de Alicante, un matrimonio de Córdoba, la familia del predicador o numerosos amigos… «Está siendo un tiempo de encomendarme mucho a la Virgen y al Señor. Cuando preparo las homilías, les digo: «Voy a hablar de Ti, Dime qué quieres que diga». Una homilía sin un diálogo de oración es como hablar de alguien sin haberlo entrevistado. Incluso cuando estoy predicando sé que hay ideas que yo no había pensado y que Él las tenía preparadas para personas que están allí, escuchando». Aguilera ha querido también escribir para unirse en oración ante la Virgen de la Victoria a vicarios, delegados episcopales y canónigos de la Catedral, y va repartiendo recordatorios y oraciones por donde pasa. «Hasta a la cárcel llegan, por una madre me pidió que rezara por su hijo; también unos padres que me pidieron que rezara por un hijo recientemente fallecido en accidente de tráfico… Mi deseo es acercar a la Virgen a todos ellos».
