Amaya Azcona, directora general de Red Madre, visitará Málaga el 13 de mayo para ofrecer una charla sobre la labor que realiza esta fundación que ofrece apoyo, asesoramiento y acompañamiento a la mujer para superar cualquier conflicto surgido ante un embarazo imprevisto. Ante el anuncio del Gobierno de una nueva reforma de la ley del aborto de 2010, ha valorado para Diocesismalaga sus puntos más conflictivos.
Hay una presión muy común en este momento que es la de la pareja que les dice claramente: «o abortas o te dejo»
El viernes 13 de mayo, a las 20.00 horas, ofrecerá en la parroquia malagueña de San Patricio una charla en la que explicará el trabajo que desarrolla Red Madre. ¿Qué aspectos abordará?
Trataré de contar cómo realizamos el acompañamiento a una mujer embarazada que viene a Red Madre. Normalmente, nos llaman mujeres que se quedan embarazadas de una forma imprevista y tienen dificultades para continuar con el embarazo. En Red Madre formamos a voluntarios y también a personas de fuera para que, si se encuentran con un caso así, sepan cómo tienen que actuar, cómo abordar ese momento porque la mujer suele llegar en estado de shock. También hablaré en sentido más amplio de la labor que realiza Red Madre defendiendo la maternidad.
El Consejo de Ministros pretende aprobar el próximo martes una nueva norma para reformar la Ley del Aborto de 2010. ¿Cómo lo valoran desde Red Madre?
Lo que más nos afecta es que quieren aprobar que las mujeres menores de edad (entre 16 y 18 años) puedan abortar sin el consentimiento de los padres y nos parece una locura. Es un escándalo que mujeres tan jóvenes se vayan a quedar a merced de sus parejas o de quienes las hayan dejado embarazadas, que les van a abocar al aborto y no van a poder ser defendidas por su familia. Entendemos que los padres, por norma, buscan más el bien de sus hijas que los ajenos. Estas mujeres se van a quedar desprotegidas, van a recibir muchísimas presiones para abortar.
¿Es este uno de los motivos por el que las mujeres acuden a Red Madre?
Nos conocen por las redes sociales o por la página web, y muchas nos piden apoyo para defenderse de las presiones que reciben del varón. Hay una presión muy común en este momento que es la de la pareja que les dice claramente: «o abortas o te dejo». Y claro, la mujer que tiene una dependencia emocional, que ha creado un vínculo con su pareja, duda. Es tan fuerte la presión que yo considero que es violencia contra la mujer, violencia de género, porque algunas incluso son objeto de violencia física para que no tengan el hijo. Y es que hay muchos varones irresponsables que tienen relaciones sexuales, pero no afrontan la consecuencia de esa relación. Por eso, este cambio en la ley es un escándalo. Como resumen, yo digo que, con esta ley, la mujer se va a ver más desprotegida y más vulnerable frente al varón.
Algunas dudan y otras se van directamente al abortorio, aunque luego se arrepientan. Esa mujer que duda viene a nosotros pidiendo que le ayudemos a resolver esa situación, a decidir si puede ella tener el hijo sola y, a partir de ahí, pues empezamos un camino con ella.
Se hace necesario insistir en una correcta educación afectivo sexual…
Es uno de los temas que quiero abordar en la charla del próximo vienres: la importancia de la educación sexual en los jóvenes, porque un embarazo inesperado normalmente viene como consecuencia de relaciones un tanto banales. Es fruto de una mala educación sexual, donde no se le da el valor que tienen la entrega, la unión de dos personas… Hablaré de la deseducacion que se hace en este momento separando las relaciones sexuales del origen de la vida y del respeto a toda persona humana en todos sus aspectos: biológico, emocional, psicológico y también espiritual. Una buena educación sexual previene de problemas emocionales y de embarazos imprevistos.
¿Qué puede aportar la Iglesia a este respecto?
Red Madre es aconfesional, somos una fundación, pero yo personalmente soy católica y los católicos tenemos una visión del hombre creado por Dios, una antropología que debemos transmitir a nuestros hijos y también a la sociedad. Esta visión pasa por el respeto a la vida en el seno de la madre porque es un don de Dios o por lo que supone ser miembro de la gran familia humana. Por ahí debemos transitar, hablando bien de estas cosas, con respecto. Y por supuesto también debemos tener una actitud de acogida con aquellas personas que han cometido errores, con aquellas mujeres que en su momento abortaron. La Iglesia acoge a estas mujeres, las acompaña y siempre debe ofrecerles esperanza.
Pero algunos rechazan los planteamientos provida si tienen una motivación religiosa…
Son los contraargumentos de quien no quiere escuchar. Yo creo que, para defender la vida, hay que usar todo tipo de argumentos: de la naturaleza humana, de la biología, de la psicología, de la economía, de la demografía…. Habría montones, pero también son válidos los argumentos de la fe en el sentido que hablábamos antes de que la fe tiene una buena visión del ser humano. No son excluyentes, son complementarios. Además, para las mujeres con fe, estos argumentos son muy válidos. Aquí viene también mujeres con creencias a las que ese razonamiento les ayuda mucho.
Quien quiere fomentar el aborto rechaza cualquier argumentación, incluso la racional. La prueba está en la que hemos comentado al principio ante este cambio de ley. Yo uso la razón de los vínculos familiares y el de cómo de vulnerable es una mujer en su minoría de edad y lo rechazan también cuando es un argumento absolutamente racional.
¿Cómo valora la filtración del borrador de la sentencia del Tribunal Supremo de EE.UU. que prohibiría el aborto en aquel país?
Por las encuestas, parece que ya es mayoría el número de norteamericanos que defienden la maternidad y la vida en el seno de la mujer, pero hay que señalar que esto ha consistido en una filtración interesada de la parte que defiende el aborto para hacer presión social. Si es un juego de mayorías, igual que en aquel momento se dictó una sentencia favorable al aborto, ahora hay que respetar lo contrario, porque en este momento hay mayoría en contra, ¿no? Ese es el juego democrático. Si el Tribunal Supremo falla en contra del aborto va a ser algo histórico y sería un paso adelante inmenso en la defensa de la vida en el seno de la madre.
