Tras la celebración del Jubileo de los Catequistas, en el que han participado catequistas de distintas parroquias de Málaga, acompañados de miembros de la Delegación diocesana de Catequesis, llega el Domingo de la Catequesis, el 19 de octubre. En este día, se invita a las parroquias y comunidades locales a realizar el envío de las personas designadas a esta importante misión, si no lo hayan realizado aún.
Aquí tienes el Rito de Envío para Catequistas.
En la carta dirigida a las comunidades, el delegado de Catequesis, Gonzalo Martín, comparte algunas de las ideas más significativas recibidas en el Jubileo, para unirlas al sentido que se celebra el domingo de la Catequesis.
El lema es intuir la esperanza, sembrar la fe. El delegado busca, en esta invitación, «compartir algunas de las ideas más significativas de sus intervenciones —en la audiencia del 27 de septiembre y en la homilía del 28— y para enlazarlas con las cuatro palabras que nuestro Obispo nos regaló en el Jubileo Diocesano de los Catequistas: Llamados, Conducidos, Transfigurados y Bendecidos. Ambos mensajes se iluminan mutuamente y trazan un mismo camino de discipulado y servicio:
1. Llamados a intuir la voz de Dios.
El Papa nos invitó a “intuir”, a tener ese olfato espiritual de los pequeños que perciben la presencia de Dios en lo cotidiano. Solo quien se sabe llamado puede abrir el corazón con sencillez, sin pretender dominar la fe, sino acogerla como don. Somos catequistas porque el Señor nos ha mirado y nos ha elegido para ser testigos de su amor. Esa llamada no nace de nuestra capacidad, sino del deseo de Dios de hacerse cercano a través de nosotros.
2. Conducidos por la mirada de Cristo.
A la luz del Evangelio del rico y Lázaro (Lc 16,19-31), el Papa nos recordó la mirada de Jesús, que no se detiene en las apariencias, sino que ve el corazón. Esa mirada nos conduce a salir de la indiferencia y mirar al otro con compasión. El catequista, guiado por el Espíritu, se deja conducir para acercar a todos al amor de Dios; no enseña desde la altura, sino desde la cercanía y la escucha.
3. Transfigurados mientras caminamos.
El Papa nos recordó que “intuir es una forma de esperar” y que debemos “hacernos pequeños según el Evangelio para servir los sueños de Dios”. Como Ambrosio, que se dejó transformar cuando fue llamado, también nosotros estamos llamados a dejarnos transfigurar por el camino, a cambiar mientras servimos. En el contacto con los catecúmenos, los niños, los jóvenes o los adultos, el Espíritu obra también en nosotros, y nuestro rostro se va iluminando con la alegría del Evangelio.
4. Bendecidos para bendecir.
El Obispo nos recordó que somos bendecidos, enviados a ser bendición para los demás. El Papa insistía en que el mundo necesita testigos que no enseñen solo con palabras, sino con la vida. Esa es la bendición que brota de un corazón que se deja tocar y convertir por Dios. Cada gesto de servicio, cada hora entregada a la catequesis, cada encuentro con quienes buscan al Señor, es ya una semilla de bendición que fecunda nuestra Iglesia diocesana.
El delegado concluye con esta invitación: «Queridos sacerdotes y catequistas, en este Domingo de la Catequesis, dentro de la celebración del Año Jubilar, deseo que sea para todos un tiempo de renovación interior. El Señor nos llama, nos conduce, nos transfigura y nos bendice para que sigamos sirviendo con alegría. Hagamos de nuestras catequesis espacios donde los pequeños “intuyan” la presencia viva de Jesús y donde cada palabra y gesto anuncien la esperanza del Evangelio».