Obispo emérito de Málaga.
El sábado 29 de enero actual el mundo de la enseñanza rendirá un cálido homenaje a D. Antonio Dorado Soto, Obispo dimisionario de Málaga y durante años, elegido Presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis de la Conferencia Episcopal Española y responsable y durante de la Delegación Episcopal de Enseñanza de la Asamblea de los Obispos del Sur. El lugar de la celebración será la Casa Diocesana de Espiritualidad de Málaga a partir de las 11 de la mañana. Como reza el lema de esta jornada “una vida al servicio de la educación católica”, servicio que continua prestando, a pesar de su jubilación, desde otras instancias y cargos.
Datos biográficos:
Nació en Urda, provincia de Toledo, el 18 de junio de 1931. Realizó estudios eclesiásticos en el Seminario de Toledo y en la Universidad Pontificia de Comillas, recibiendo la Ordenación Sacerdotal el 1 de abril de 1956. En ese mismo año en la citada Universidad, obtuvo la Licenciatura en Teología.
Fue Profesor del Seminario Mayor y Menor de Toledo, y en la Escuela de Asistentes Sociales, Consiliario Diocesano del Apostolado Rural y Vice-Consiliario de Cursillos de Cristiandad en Toledo.
También desempeñó los cargos de Capellán de Religiosas y de los Hermanos Maristas, y Viceconsiliario de Hombres de Acción Católica, en Toledo. En 1964 fue nombrado Consiliario Nacional de Apostolado Rural. Posteriormente pasó a la Diócesis de Guadix-Baza ocupando los cargos de Vicario General y de Arcediano del Cabildo Catedral. En 1969 fue elegido Vicario Capitular de la Diócesis de Guadix-Baza al quedar la sede vacante.
Fue nombrado Obispo de la Diócesis de Guadix-Baza el 31 de marzo de 1970, recibiendo la ordenación episcopal el 10 de Mayo del mismo año.
En la Asamblea Plenaria del Episcopado en 1972 fue elegido Presidente de la Comisión Episcopal del Apostolado Seglar, siendo reelegido para el mismo cargo al término del primer mandato.
El 4 de septiembre de 1973 el Santo Padre lo nombra Obispo de Cádiz y Ceuta, tomando posesión de la Diócesis el 20 de octubre del mismo año.
En la plenaria del Episcopado celebrada en febrero de 1984 fue elegido Presidente de la Comisión Episcopal del Clero, siendo reelegido en 1988. Al frente de la Comisión realizó una densa labor que culminó en el Congreso sobre Espiritualidad celebrado en 1989.
Ha participado en tres Sínodos ordinarios de Obispo, el último de los cuales tuvo lugar en 1990 y en el que trató sobre la formación de los sacerdotes.
Autor de diferentes libros, entre los cuales están “”Los caminos del Apostolado Seglar”, “Los caminos de nuestra Iglesia” y “María, la Virgen Madre de Dios”.
En la reunión Plenaria de la Conferencia Episcopal celebrada en febrero de 1993, fue elegido Presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis. En febrero de 1996 fue reelegido para un segundo trienio.
El 26 de marzo de 1993 el Papa Juan Pablo II lo nombra Obispo de la Diócesis de Málaga y toma posesión el 23 de Mayo del mismo año.
En marzo de 1999 deja la Presidencia de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis al cumplirse el tiempo para el que había sido elegido. A partir de esa Fecha pasa a formar parte de dicha Comisión como Vocal.
En la LXXXIV Asamblea Plenaria de la Conferencie Episcopal Española, celebrada en Madrid el 11 de marzo de 2005 D. Antonio es nombrado Presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, para el trienio 2005 – 2008.
En la XCI Asamblea Plenaria de la Conferencie Episcopal Española celebrada del 3 al 7 de marzo de 2008 pasó a ser miembro de las comisiones episcopales de “Enseñanza y Catequesis” para el trienio 2008 – 2011.
El 18 de Junio de 2006, presentó su renuncia al Santo Padre al alcanzar los 75 años de edad tal y como establece el Código de Derecho Canónico. Al ser conocida la designación como Obispo de Málaga de Mons. Jesús Catalá en octubre de 2008, queda D. Antonio como obispo administrador, quedando como obispo emérito tras la toma de posesión de Mons. Catalá en Diciembre de ese año.
