El Ayuntamiento de Málaga ha destinado una partida especial de100.000 euros para rehabilitar y equipar los apartamentos que la Diócesis de Málaga ha puesto a disposición para acoger a alrededor de cincuenta refugiados.
La Delegación de Migraciones y Cáritas Diocesana de Málaga son las encargadas de coordinar la respuesta de la Iglesia de Málaga que ha puesto a disposición unas cincuenta plazas para acoger a refugiados. Estas plazas se distribuyen en cinco apartamentos de tres habitaciones en la calle Pozo Dulce y ocho apartamentos más pequeños situados en la Plaza Alfonso XII de la capital.
Existen otras plazas que la propia Diócesis así como distintas comunidades religiosas han ofrecido para la acogida. Lugares que una comisión formada por CEAR, ACCEM y Cruz Roja tienen que ver si son viables para la integración social de estas personas, ya que cuentan con más de 30 años de experiencia en esta labor y por tanto son los encargados de coordinar la ayuda.
A la hora de valorar los lugares se tiene muy en cuenta que estén situados en los pueblos o las ciudades, ya que si están muy apartados perjudica la integración y que estas personas lleguen a formar parte de la sociedad.
«La Diócesis está ofreciendo que tiene. Asimismo, algunas personas han ofrecido pisos para una segunda fase. Porque lo ideal es que, tras una primera fase de acogida en centros, estas personas se integren en toda la provincia como un vecino más. Y está en manos de todos que en ese momento, los acojamos y les ayudemos a ser uno más en nuestros barrios», explica Francisco Javier Jiménez, de Cáritas Diocesana de Málaga.
El Ayuntamiento y las entidades que trabajan con los refugiados han acordado elaborar un plan marco para que la acogida y el acompañamiento a los mismos se realice de la manera más organizada posible.
El apoyo económico es fundamental. Para el que pueda colaborar, Cáritas tiene una cuenta disponible para ello: UNICAJA ES5221030150910030012779
Varias personas, señala Jiménez, «también se han ofrecido como voluntarios. Pero hay algo que podemos hacer todos, y es acogerlos cuando convivan con nosotros en nuestros barrios, favorecer su integración, promover un clima acogedor en nuestro entorno y no permanecer indiferentes ante aquellos comentarios negativos que a veces se dan a nuestro alrededor».
Beatriz Lafuente