Este martes tuvo lugar en la Facultad de Comercio y Gestión de la Universidad de Málaga la entrega de Banderas de Andalucía en el cuarenta aniversario de la aporbación del Estatuto de Autonomía de Andalucía.
Entre las entidades que recibieron esta distinción se encuentra la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, que ha recogido la Bandera de Andalucía «por la trayectoria en la defensa y el fomento del interés de la comunidad». Por parte de la Agrupación, con 80.000 hermanos de cuota, Pablo Atencia, su presidente, agradeció el reconocimiento destacando que la Semana Santa es el «fenómeno cultural y sociológico más importante de la ciudad, una industria generadora de alegría, riqueza y puestos de trabajo».
El colegio María de la O, en la barriada de Asperones, también ha recibido la Bandera de Andalucía, en la categoría de la solidaridad y la concordia. En representación de su Comunidad Educativa, Patxi Velasco, su director, colaborador de la delegación de Medios de la Comunicación de la diócesis en su faceta como dibujante, ha querido agradecer la visibilidad que este reconocimiento da a «situaciones de dolor y sufrimiento». Acompañado de una alumna del colegio, situado en Los Asperones, el director resumió su discurso en tres palabras: «quiero dar las gracias, quiero pedir un deseo y quiero hacer un truco de maestro. Dar las gracias a la concesión del premio, porque la comunidad educativa de este colegio no da su trabajo, da su vida. A todos los maestros de este colegio, porque se entregan cada día en una opción profesional y personal, por eso gracias a ellos y a sus familias. A la gente de cocina, a Vito, que es una madre junto con su equipo, que pone más comida los viernes, y que sabe que los alumnos los lunes comen más. Gracias a los profes de extraescolares, que llegan a las siete de la mañana sin luz, porque no tenemos alumbrado público, a las familias, porque es muy difícil traer a un niño al colegio limpio y con los deberes hechos si vives en 12 metros cuadrados sin armarios y sin cuarto de baño, y eso existe a un paso de aquí. Gracias a muchas ONGs, a la Universidad que investiga, a los Misioneros de la Esperanza que dan comida, que cuidan, que protegen, a Cáritas de la que formo parte y quiero, a todas las entidades que se suman para hacer el bien. El deseo ante la gente maravillosa que nos acompaña: que estemos juntos. Cáritas Española definió Asperones como un sufrimiento injusto, y yo añado, evitable. Málaga no merece tener barriadas donde no haya cuartos de baño. Es una ciudad espectacular, pero necesitamos cuidar a los que más sufren y a los pobres, y la escuela es el camino. Eso es innovación y es también progreso. Mi petición es que creamos que esto no debe existir. Málaga no lo merece: la Corta, la Palmilla, las Castañetas y tantos lugares que no tienen esperanza. No nos acomodemos a la pobreza. Y las escuelas no podemos solos. Y el truco de los maestros de primaria: en el cole hacemos puzzles, en la política los puzzles son más difíciles. Se pueden hacer por color, pero así no se hacen. A los niños se les enseña que el puzzle se empieza por los márgenes, por los niños que sufren absentismo, la clave no está en el color con que se mira, sino en el dolor. Que hagamos primero esas cuatro esquinitas que se llaman derechos sociales. Primero los márgenes, los excluidos, los ancianos, los niños, y desde ahí, construyamos nuestra sociedad. Unidos y buscando el bien común», ha dicho.
Ana Maria Medina
