José Juan Reyes de la Peña tiene 53 años, está casado con María Milagrosa y son padres de dos hijos. Pertenece a las comunidades neocatecumenales y es congregante de la Victoria, alcaldesa honoraria perpetua y patrona de Melilla, de la que es Albacea General. Junto a su mujer, su compromiso cristiano le lleva a atender todos los servicios posibles, e incluso le ha movido a cambiar de trabajo para «servir mejor» a la Iglesia de Melilla.
¿Cómo es su compromiso en la Iglesia, dentro de la comunidad cristiana de Melilla?
Soy congregante de Nuestra Señora de la Victoria, Alcaldesa Honoraria Perpetua y Patrona Coronada de Melilla, actualmente formo parte de la Junta de Gobierno con el cargo de Albacea General.Nuestra sede provisionalmente, y desde el año 2016 con motivo del terremoto que sufrió la Ciudad, pasó de estar ubicada en la Purísima Concepción al Sagrado Corazón de Jesús, siendo el Director Espiritual, nuestro Vicario, D. Eduardo Resa.
Es éste quién ha sido uno de los que me ha motivado a implicarme aún más en el servicio a la Iglesia, pues desde hace unos años cuenta además con nosotros, mi esposa y yo, para impartir las catequesis de los cursillos prematrimoniales, y temas como “La familia cristiana, un Don de Dios”; “Proyecto de Matrimonio y familia”, y este último año además tuvimos que dar “la sexualidad en el matrimonio”, que exponemos, dando a conocer a las parejas que asisten, nuestra experiencia de vida cristiana, no sólo como matrimonio sino como padres.
Mi última formación, impartida por D. Eduardo Resa y recibida en el Sagrado Corazón de Jesús, semanalmente durante algo más de un año, ha sido la “Formación teológica básica sistemática”, requisito para poder optar a Hermano Mayor y Teniente Hermano Mayor, coloquialmente conocido como el “curso del Catecismo de la Iglesia Católica”, en la que superé en febrero del presente año las tres pruebas convocadas por la Delegación de Hermandades y Cofradías de la Diócesis de Málaga (2023/2024).
Pero no termina ahí su servicio…
Además de mi colaboración en el Sagrado Corazón de Jesús, donde como Congregación de Nuestra Señora de la Victoria, celebramos nuestras Eucaristías mensuales así como diferentes actos litúrgicos (Veneración, Novena, formación cofrade, etc), pertenezco a las comunidades neocatecumenales presentes en Melilla en las Parroquias de San Francisco Javier y de la Asunción, en la primera de ellas celebramos nuestras Eucaristías semanales y recibimos las catequesis; y en la segunda celebramos nuestras Palabras semanales y Convivencias mensuales, actualmente soy además el Responsable de la Sexta Comunidad Neocatecumenal de San Francisco Javier.
En San Francisco Javier formo parte también del Consejo Parroquial, cuyo Párroco es actualmente Mark Gile, y quién contó conmigo para que desde hace unos años formase parte de Cáritas Parroquial, con sede en la Parroquia de la Asunción y con el cargo de Tesorero, habiendo asistido tanto a la Casa Diocesana de Málaga para recibir las Jornadas de Formación Pastoral Social como a los cursos o charlas que se imparten en Melilla por Ernesto de Cáritas Málaga o Pilar Illazquez, de Melilla.
Asisto además a las comisiones arciprestales, que se desarrollan en el Sagrado Corazón de Jesús, en representación de Cáritas San Francisco Javier.
¿Cómo se siente de comprometido en la Iglesia de Melilla y qué le aportan estos servicios en su vida?
Comprometido hasta el punto de haber cambiado no sólo mis costumbres sino además un puesto de trabajo que me ocupaba anteriormente todos los sábados, domingos y festivos en diferentes turnos de servicio, por otro, que aún menor remunerado, me permite disfrutar más de mi familia cristiana así como prestar servicio a la Iglesia en todos los roles que en detallado en el punto anterior, ser Albacea General es una gran responsabilidad como encargado de todos los enseres y demás cometidos de la Patrona, y ser responsable de una comunidad neocatecumenal también requiere mucha implicación, sin olvidar Cáritas o impartir los cursillos prematrimoniales; todo esto me aporta poder sentirme parte activa de la Iglesia, agradeciendo al Señor que pueda ser ejemplo en cada faceta en la que tanto el Vicario en unas como mis catequistas en otras, han contado conmigo. Pertenecer a todas ellas me hace vivir esa fraternidad que el Señor siempre nos muestra.
¿En qué momentos ha sentido más fuertemente la fuerza de la fe?
En el momento en que he puesto a Dios el primero, descansando en él y pudiendo corregir tantos errores cometidos, poder ver en estos tiempos que corren que mi matrimonio cristiano es fuerte y fiel a Dios, viendo crecer unos hijos que lejos de apartarse de la Iglesia, eligen ser parte activa de ésta, o en mis catequesis de iniciación del Camino Neocatecumenal, en la que recibí la buena noticia, ésa que tanto hoy necesitamos.
¿Qué le pide a la patrona para este curso que comienza, a nivel personal y para la comunidad cristiana de Melilla?
A nivel personal que ampare a mi familia y guíe mis pasos no sólo como congregante sino como Albacea general, para que sepa cumplir la misión de todos aquellos los hermanos que me antecedieron, y que me ayude a ser un buen cristiano; y para la comunidad cristiana de Melilla que Ella la siga protegiendo, que sea esa Madre que siempre ha estado en los momentos que el pueblo de Melilla la ha necesitado, que sea esa luz que mantenga unida no sólo a la comunidad cristiana sino al resto de confesiones religiosas de la ciudad, como ejemplo de convivencia que somos.