La vida de san José es fidelidad en toda regla, pero silenciosa. No da apenas un ruido. Su vida sólo desde esta perspectiva se puede entender. José es un hombre de fe adulta. Junto a María son los primeros creyentes del Nuevo Testamento. Su testimonio hoy es de gran importancia.
Máxime cuando la fe y el silencio son valores a redescubrir con toda la fuerza inusitada que tienen para vivir en la Iglesia en paz, armonía y en comunión con el Papa. La gran virtud de José es la fe; respuesta fiel. De hecho, la fe en José es una fe fuerte que se solidifica en la oscuridad y en la prueba. Es bonito y fácil creer cuando todo va bien, pero cuando las cosas no nos van bien, ¿qué lugar ocupa la fe? José en ese sentido es un ejemplo de fe porque es un hombre de profunda vida interior.
