En estos días se cumple un año del mayor acontecimiento eclesial en torno a la juventud, que en su última edición reunió a más de 2 millones de jóvenes de todo el mundo en Madrid. La JMJ 2011 conmovió a propios y extraños, y tanto en la vigilia de oración de Cuatro Vientos como en las catequesis celebradas ante distintos grupos, el Papa elevó su voz para defender alto y claro la actualidad del Evangelio de Jesús de Nazaret
(POR ANA MARÍA MEDINA)
A medio camino entre aquella cita y la de Río de Janeiro 2013, hemos querido conocer los frutos que ha cosechado la Diócesis de Málaga de este encuentro de jóvenes. La participación de la Iglesia malagueña en la JMJ de Madrid abarcó prácticamente a todos los sectores de apostolado con presencia juvenil. Colegios, movimientos, cofradías, parroquias y asociaciones sumaron más de 2.000 peregrinos malagueños, aunque es imposible conocer el número exacto de jóvenes que fue a Madrid, ya que muchos fueron por iniciativa propia, sin inscripción previa.
A nivel diocesano se creó una comisión que coordinara el trabajo y donde cada uno de los ámbitos mencionados estuviera representado.
Málaga fue Diócesis de acogida para jóvenes de otros países en los días previos, denominados «Días en las Diócesis». El trabajo se dividió por arciprestazgos y se contó con la colaboración, entre otros, del grupo de Cofrades Málaga (de la Agrupación de Cofradías).
Desde la Delegación Diocesana de Infancia y Juventud nos explican que las comisiones arciprestales estaban muy nerviosas ya que hasta el último momento no se conocía el numero de peregrinos que recibiría cada una y tuvieron un arduo trabajo de distribución de peregrinos, habilitando espacios para que estuviesen cómodos.
«Hicieron pancartas, banderas del país… Parecía que estaban recibiendo a sus familiares y ni siquiera les conocían. Era algo que solo se puede entender desde la fe y el sentido de eclesialidad», afirman sus responsables.
Durante esos días, los malagueños tuvieron una celebración en el Auditorio Municipal con los peregrinos que nos visitaban. Estuvo presidida por el obispo de Málaga y fue, según nos narran, «uno de los grandes momentos que pudimos vivir».
Los frutos de un acontecimiento como éste comienzan a cultivarse con la preparación previa de sus participantes. Desde la organización de la JMJ se ofreció un material que, en nuestra Diócesis, fue adaptado para su trabajo en grupo y completado con los documentos «¡En Cristo, firmes en la fe!», elaborados por Alfonso Crespo, párroco de san Pedro en Málaga capital y formador de los centros diocesanos. «Todo este trabajo previo se manifestó a principios de mayo, durante la semana en la que la Cruz y el Icono que legó Juan Pablo II a los jóvenes visitara nuestra tierra», expresan desde la delegación de juventud. Todavía hoy, estas catequesis siguen al alcance de todos en www.pjmalaga.es. Además, nuestra Diócesis se organizaron encuentros previos por sectores.
El 23 de enero de 2011 más de 500 jóvenes, pertenecientes a los distintos movimientos existentes en Málaga acudieron al Colegio Los Olivos. El de colegios en el auditorio municipal, más de 2000 jóvenes y a nivel de cofradías fueron varios.
La finalidad de estas citas era que la JMJ no quedara reducida a los días de encuentro en torno al Papa sino que la palabra de Jesús llegue a tocar el corazón de los jóvenes y despierte en ellos un compromiso más intenso con el Evangelio.
Una vez en Madrid, los peregrinos malagueños pudieron experimentar en su propia carne la acogida que ellos mismos habían profesado a los visitantes. Alcalá de Henares fue el lugar donde se alojaron los jóvenes que acudieron con la Diócesis, y allí se sintieron como en casa. «incluso la parroquia de Alcalá a la que acudíamos todas las mañanas para las catequesis de los obispos, nos cuentan, preparó un día comida para todos los malagueños». Aunque si tienen que destacar un momento de especial intensidad en la JMJ 2011 fue, sin duda, Cuatro Vientos. «Aunque la lluvia nos aguase la fiesta, ahí siguieron miles de jóvenes celebrando la fe. Fueron muchas las experiencias que compartimos aquella noche».
