El convento de San Francisco de Vélez-Málaga acogió en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción un día grande, ya que esta advocación mariana es la patrona de la provincia y de la Orden Franciscana. Fue un día en el que se materializó el cuidado de la devoción secular a la Concepción Inmaculada de María, tan unida a la historia de esta ciudad.
El 8 de diciembre, el convento de San Francisco de Vélez-Málaga era un hervidero de gente para honrar a la Virgen Inmaculada. El belén de la iglesia tuvo lugar en las primeras vísperas de la Inmaculada. Ha sido obra de un grupo de fieles y de voluntarios coordinados por la Asociación Belenista de «La Fortaleza».
El día de la Solemnidad se celebraron dos Misas por la mañana con buena participación de fieles y cofrades que renovaban el voto a la Inmaculada, con la presencia del Delegado de Cofradías y Hermandades de Málaga, Salvador Guerrero. Como explica Fray Salvador, «las campanas alzaron el vuelo y, por la tarde, ese vuelo se convirtió en oración y risas, en alegría y cariño hacía la Inmaculada Concepción por parte de los más pequeños. Desde su sencillez y a modo de «globo» sus oraciones surcaban el cielo de Vélez-Málaga». La Eucaristía solemne de la tarde contó con presencia de todos los grupos presentes en la comunidad y de los fieles que celebran su fe junto a los religiosos. Acompañando a la Virgen por el claustro, los participantes agradecieron a Dios el don de la lluvia y renovaron su consagración a la Virgen María.
