Este año se cumple el vigésimo quinto aniversario del barrio de Asperones en Málaga.
En este tiempo los vecinos han vivido en una situación de exclusión social donde la pobreza, droga o marginación han tenido su papel protagonista. Han nacido generaciones que no conocen otra realidad, jóvenes que han normalizado esa forma de vida, siendo «cachorros de nadie».
Pero entre toda esta adversidad, podemos destacar muchos rasgos resilientes en la comunidad: Desde hace algunos años están comenzando a despuntar una estela de jóvenes que han obtenido el Graduado en ESO siendo pioneros en la barriada y aliciente para otros chavales. Así mismo está ya consolidado un proyecto para la obtención del Graduado de Adultos, para mujeres y hombres que en su día no tuvieron la oportunidad de estudiar, siendo ésta una realidad cada vez más demandada por la población. Ambos logros son también resultado de un trabajo previo de sensibilización sobre la formación como instrumento de inserción sociolaboral.
Otra faceta positiva por parte de los vecinos es la evolución en la búsqueda de empleo, donde se ha abierto un abanico de nuevas profesiones: monitoras de actividades extraescolares, pintores, ayudantes de comedor, barrenderos, camareras de piso, limpiadoras en centros escolares y oficinas, profesores de autoescuela, dependientas en tiendas de moda, cines, IKEA, etc., que comienzan a convivir con las profesiones mas tradicionales de la población: chatarreros, temporeros o vendedores ambulantes.
En esta misma línea existe un interés por mejorar la imagen de la población y su propia cultura por gran parte de los vecinos. Muestra de ello, es que las personas del barrio con problemas judiciales intentan encaminar sus horas de Trabajo en Beneficio a la Comunidad a la propia mejora de Asperones. Estas personas llevan a cabo tareas de mantenimiento, limpieza y pintura del barrio y su entorno. Así mismo nos gustaría destacar un próximo proyecto, en el cual estos vecinos junto al alumnado del colegio van a pintar la barriada y adornarla con mensajes cargados de valores.
Dentro de Asperones existe un sector de población, especialmente marginado, formado por personas con problemas de drogodependencia de larga duración, el cual les ha llevado a vivir en la calle, contraer enfermedades de transmisión sexual, prisión, perder a sus hijos, estar marcados física y psíquicamente, etc. A estas personas se les está acompañando desde hace varios años en su proceso de desintoxicación donde nos ha maravillado su valentía, fortaleza y afán de superación en la lucha por su dignidad. El día a día con estas personas nos ha regalado rostros de Jesucristo sufriente, ya que hemos aprendido como Dios sostiene y alienta a sus favoritos: los oprimidos.
A pesar de estos avances tan positivos que ha vivido el barrio, no podemos obviar que sigue siendo una barriada con alto nivel de exclusión social, y que existe una urgente necesidad de apostar por un proceso eficaz de desmantelamiento en el que los vecinos consigan una inclusión digna para que Asperones no siga cumpliendo años.
Equipo de Educadores de Cáritas Diocesana en Asperones