«Estudiar Ciencias Religiosas te cambia la vida»

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

Ana María Barrera, de 49 años, es ama de casa. A los doce años abandonó el colegio y no había vuelto a pisar las aulas… hasta ahora. Acaba de diplomarse con sobresaliente en Ciencias Religiosas y afirma: «Para mí ha sido un reto».

-¿Cómo llegó a estudiar Ciencias Religiosas?

-Yo había dejado de estudiar cuando era niña y, tras la confirmación y movida por mi párroco, hice la Escuela Teológica en Fuengirola. Sin embargo, necesitaba saber más del Señor. Así fue como conocí el Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR) «San Pablo», al que empecé a acudir como oyente. Pero, como yo digo, el Señor mueve los hilos como a él le parece, y tanto el director, Gabriel Leal, como todo el equipo me animaron a hacer el acceso a la universidad. Ese mismo año, quiso Dios que donde vivo hubiera la posibilidad de acceder a esos estudios, que aprobé y me permitieron matricularme oficialmente. Este curso me he diplomado y ahora voy a por la licenciatura.

-¿Qué está suponiendo para usted?

-El ISCR te cambia la vida, porque una vez que conoces más cosas del Señor, tu fe no es tan superficial, sino que la vives más profundamente. Ya no puedes actuar igual que antes, estás más preparado para trasmitir la fe y eso te lleva a un grado mayor de implicación en la parroquia.

-Cómo animaría a otros a matricularse?

-Yo animo a todo el mundo, porque desde el director, que es un compañero más y te facilita todo; a María Victoria, la secretaria, y Toti, que siempre están a tu servicio; hasta los alumnos… el ambiente es increíble. Allí no hay competitividad ninguna, todo es ayudar a los demás. Una vez que empiezas, va rodado. Les diría que no nos asustemos y digamos «es que yo no soy capaz». Sino que, sabiendo que somos muy poquita cosa, como decía santa Teresa, pongamos ese poquito en manos del Señor. él se encarga de mover los hilos de tal manera que hace con nosotros maravillas. Que no digan «no soy capaz, no tengo tiempo, no tengo estudios». Que se vuelquen y apuesten por el Señor, que de todo lo demás.

-¿Qué frutos le han dado estos estudios?

-El Sr. Obispo lo expresó muy bien en la homilía de inicio de mi primer curso. Lo resumió en tres «aes»: Aprender, Amar y Acercarlo a los demás. Yo me lo aplico y siempre digo que yo no estoy estudiando, sino aprendiendo cosas del Señor; como aprendo, lo amo más todavía; y como lo amo, quiero acercarlo a los demás. Y una cita que también recomiendo a quienes quieren profundizar en su fe es Filipenses 2, 13. «Dios en su benevolencia te da el querer y el poder».

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