«Es el Papa que ha querido Dios para su Iglesia»


Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

Así sorprendió la elección del Papa al deán de la Catedral, José Ferrary; a la carmelita Sor Belén de San José; a la presidenta delegada de Manos Unidas en Málaga, Ana Torralba; a los sacerdotes malagueños de estudios en Roma y a los alumnos y profesores del Centro Superior de Estudios Teológicos, que vivieron el 8 de mayo una tarde que perdurará en su memoria.

A Sor Belén, superiora del Monasterio de San José de las Carmelitas Descalzas de Málaga, le cogió la noticia mientras participaba, en la Casa Diocesana, en un encuentro de presidentas y primeras consejeras de las federaciones en España de su congregación. «Ha sido un momento de una emoción enorme. Hemos conseguido poner en marcha una televisión, encontrar el canal de noticias del Vaticano y seguirlo ahí muy en primera fila. Ha sido precioso. No era un cardenal al que nosotros conociéramos demasiado, pero nos ha sorprendido la cara de emoción que tenía, que viene de Perú… Hay una hermana entre nosotras que es peruana y daba saltos de alegría. Nos ha parecido también muy bonito. Nos ha sorprendido el nombre, la verdad. No esperábamos un León XIV por nada del mundo, pero bueno, bienvenido sea. Nos gusta que sea agustino, que haya dicho «no tengáis miedo», ¡ha nombrado la paz de una manera tan bonita! y ha dicho que todos juntos, todos de la mano, todos detrás de Jesús. Ahí nos encontramos. Estamos muy contentas que desde antes de saber quién era ya estábamos rezando por él y seguiremos haciéndolo con todo el cariño».

José Amalio González Ruiz, sacerdote en pleno curso de actualización en Roma, le ha pillado, junto a su compañero Carlos Acosta, en clase: «Uno de los compañeros ha gritado “¡fumata blanca!” y entonces hemos cortado las clases, nos hemos ido corriendo, hemos cogido el autobús y como la carretera estaba bloqueada de gente, hemos tenido que ir andando. Ha sido una experiencia tremenda: gente católica de todos los colores, con una ilusión muy grande. Ha sido una experiencia preciosa, emocionante». Han tenido la oportunidad de verlo dentro de la Plaza de San Pedro. «Esto donde mejor se ve en la tele, reconoce, pero el estar aquí, eso no te lo da la tele ni nada. La gente súper emocionada, llorando, con los pelos de punta… Al principio no sabía ni quién era. Ahora ya ves: un hombre que ha sido mano derecha del papa Francisco, misionero… Creo que, al ser estadounidense, esto va a ser un guiño a ese vínculo entre la Iglesia y Estados Unidos, y sin embargo sin olvidarse de Latinoamérica, un hombre que ha trabajado en Perú. Su padre francés, su madre española, quiere decir que sabe español. Creo que estamos de buenas nuevas y toca seguir caminando unidos en la fe. Vivirlo aquí ha sido un regalazo del Señor. Para empezar, el curso está siendo increíble, los profesores, el ambiente del grupo que tenemos, de los curas de España… El Colegio Español, fantástico, con varios cardenales hospedándose con nosotros. Y ahora nos pilla el cónclave y lo hemos seguido al minuto».

Ana Torralba, presidenta delegada de Manos Unidas en Málaga, nos cuenta que desde la ONG para el desarrollo de la Iglesia católica dan «la bienvenida al nuevo papa León XIV con esperanza y alegría. Rezaremos para que esta nueva etapa de servicio ayude a que el entendimiento y la paz en el mundo se consigan. Y seguro que su cercanía con los pobres también hará posible que todos los tengamos más presentes. Sabemos que conoce a Manos Unidas porque en su etapa como misionero primero en Perú y después como obispo avaló alguno de nuestros proyectos en la zona. Me encanta también que tenga antepasados familiares españoles, que su segundo apellido sea Martínez hace que sea un poquito más nuestro. Hemos oído y hemos visto ayer que el castellano lo domina perfectamente y se le ve tan joven, con tanta fuerza y tanta preparación, que yo creo que es  un don que el Señor nos manda. Cuando se dice que el Espíritu Santo  tiene que iluminar a los cardenales, yo estoy segura de que es así, porque es la figura que en este momento necesita la Iglesia y necesitamos todos los católicos». 

En el Centro de Estudios Teológicos San Pablo estaban en plena actividad lectiva cuando la fumata blanca anunciaba la gran noticia. Elena López Abelaira, secretaria del mismo, explica que «hemos aplaudido, hemos rezado y, con la venia del director, nos hemos puesto a verlo. Estábamos todos emocionados, más aún de verlo a él emocionadísimo. Al verlo salir, vimos a Jesucristo en sus primeras palabras: «la paz esté con vosotros»». Álvaro Dawid es alumnos de primer curso, seminarista, de 25 años y de la parroquia de San Fernando, en el barrio de El Cónsul, en Málaga. «Nos ha pillado en mitad de las clases. En concreto a mis compañeros y a mí nos ha pillado en clases de Teología del Laicado, y teníamos puesto el canal de noticias del Vaticano en directo. En cuanto hemos empezado ver el humo blanco salir de la chimenea, lo hemos avisado al profesor Santiago Vela y se ha parado la clase, por supuesto. Un detalle muy bonito ha sido que, improvisadamente, nos hemos puesto de pie y hemos decidido rezar por el nuevo papa», narra emocionado. La clase ha seguido con normalidad, y al terminar nos hemos quedado alumnos y profesores en un aula para ver la pues el anuncio y la salida del nuevo papa al balcón». Álvaro sopesa los acontecimientos desde el poso que estos dejan en su corazón: «el hecho de que haya salido en la cuarta votación creo que es motivo de alegría para toda la Iglesia, porque estos días en las noticias hemos leído y escuchado todo lo contrario. Los pronósticos eran que cónclave iba a ser muy largo, que los cardenales no se conocían, se hablaba en los medios de divisiones, bandos y, al final, se han puesto de acuerdo en la cuarta votación, muy pronto, y eso es signo de que existe y está y es real esa unidad dentro de la Iglesia, que en ella no rige la lógica humana sino la lógica divina». «El Espíritu Santo ha soplado y los cardenales se han puesto de acuerdo. Por supuesto que la Iglesia está formada por hombres y mujeres que cometen errores y tienen defectos. Pero de nuevo, creo que el hecho de que haya salido tan pronto el Papa es motivo de alegría para todos nosotros».

«Cuando ha salido al balcón -sigue contando Dawid- lo primero que nos ha impresionado ha sido lo emocionado que estaba el Papa. Se le veía muy emocionado y a mí eso personalmente me ha tocado mucho. Ver a este hombre, ya que no deja de ser un hombre normal y corriente, emocionado, consciente de la grandeza del misterio que se le ha encomendado… Eso me ha tocado mucho el corazón, y luego sus palabras, que creo que han sido muy acertadas, muy adecuadas en estos tiempos de guerras, de odio, de divisiones. Ese saludo “la paz esté con vosotros, la paz del Señor resucitado esté con vosotros”, es un signo de esperanza, es un rayo de luz en mitad de este mundo tan azotado por el odio. Sus primeras palabras a mí me han dado mucha paz, ha llegado hasta mí esa paz que él nos ha deseado, y le pido al Señor que ilumine al nuevo Papa, que lo sostenga ante las dificultades que sin duda le van a venir y que le dé mucha paz también. Y también le pido al Señor por todos nosotros, por la Iglesia, para que amemos mucho a este Papa, que no nos fijemos tanto estos días en de qué estilo es, de qué pensamiento político es. Eso no importa. Este es el Papa que ha querido el Señor para su Iglesia en el año 2025 y es el que tenemos, es el que tenemos que querer y al que tenemos que apoyar y por el que tenemos que rezar mucho y cómo no, quererlo mucho también».

El deán de la Catedral, José Manuel Ferrary, iba de camino al Centro de Estudios Teológicos, donde imparte clase, y explica que «la elección del Papa la viví con la misma intensidad que yo creo que lo hemos vivido todos los cristianos. Pasé delante de la casa de mi madre, subí a verla un ratito y me encontré con que, poco después, salió la noticia de su elección. Pero tardaban en salir, porque lógicamente eso requería un tiempo. Así que fui para el Centro de Estudios Teológicos, y alargué un poco el comienzo de la clase, justo el tiempo de que el nuevo papa saliera al balcón». El deán reconoce que «previamente no lo conocía, solo el nombre. Son momentos muy especiales, son momentos históricos ya vividos con papas anteriores y este, de un modo muy especial. Me ha gustado el nombre que se ha puesto, que rememora precisamente a León XIII, que, a mi modo de ver, fue un papa importantísimo, como todos los que le han sucedido, puesto que todos y cada uno ha aportado a la Iglesia y al mundo muchísimas cosas. Espero que siga la misma estela de los anteriores, haciendo lo posible para que la vida sea un poquito mejor desde la influencia espiritual que tiene, sobre todo, en cada uno de nosotros y de las personas que encuentran en el Papa una persona de mediación, de arbitrio, ecuanimidad, mirando siempre a aquellos a los cuales nadie mira, que son los más desfavorecidos. Y al mismo tiempo, pendiente de la Iglesia para que entre todos, con unión con Él, busquemos siempre la salvación de las almas, que es el fin más necesario y último que tiene la Iglesia».

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