El templo parroquial de Algarrobo, que se construyó en el siglo XVI reabre sus puertas tras dos años de restauración. Tuvo lugar el 20 de enero, fiesta de san Sebastián, patrón de dicha localidad y estuvo presidida por el Sr. Obispo. Con motivo de dicha reapertura, el párroco Luis Miguel Aguilar, explica cómo ha sido este proceso de restauración y qué supone para él, después de cinco años de trabajo pastoral en la parroquia.
– ¿Dónde se enmarca la localidad de Algarrobo?
– Es un pueblo muy cálido y acogedor que se encuentra entre los ayuntamientos de Vélez-Málaga y Nerja. Un pueblo con costa e interior. Dicha parroquia tiene como titular a santa Ana, aunque, como otros muchos pueblos de la diócesis, celebran otro patrón. En nuestro caso, a san Sebastián.
– ¿Cómo comenzó el proceso de restauración de la parroquia?
– Según los datos que manejamos, el templo es del siglo XVI. La parroquia ha vivido varias ampliaciones y, como toda casa, necesitaba una revisión profunda. Se comenzaron los estudios correspondientes hace tres años. Tras un año de mediciones y decisión de proyecto, pues no existían ni planos fiables del edificio, comenzaron las obras, que han durado dos años.
– ¿En qué ha consistido la restauración?
– Pues lo único que quedó en pie fueron los cimientos y los muros. Se ha cambiado el tejado, las cubiertas, el suelo, las paredes, la iluminación… se han solucionado problemas de humedades… Las obras se han retrasado por el hallazgo de unos restos bajo el suelo del templo, tanto humanos, como arqueológicos, pues dentro de los templos se acostumbraba a enterrar a los difuntos durante siglos. Esto ha paralizado las obras durante un tiempo, para que Cultura hiciera los estudios correspondientes. Tengo que destacar el apoyo del Sr. Obispo para sacar adelante este proyecto y el trabajo en equipo con las dos arquitectos Ana Morales y Blanca Olivares, y el aparejador Pablo Casesnoves.
– La fiesta de san Sebastián ha sido todo un día de acción de gracias.
– Así ha sido. Era la primera vez que nos visitaba el Sr. Obispo y había mucha curiosidad por parte de los vecinos y mucho interés por conocer y compartir con D. Jesús Catalá. El coro parroquial y el de los niños, así como los diversos grupos de catequesis prepararon con mucho cariño la celebración litúrgica. También invitamos a los anteriores párrocos para que compartieran un momento tan importante. Se eligió el 20 de enero, fiesta de san Sebastián, porque ese mismo día, hace dos años, fue cuando se cerraron las puertas para comenzar las obras.
– ¿Qué significa para el párroco esta reapertura?
– El cura solo no tiene sentido en una parroquia, para mí lo más importante es que la comunidad parroquial se sienta parte de todo lo que se emprenda en la parroquia, unida a su cura. Doy gracias al Señor por ponerme en esta parroquia, a la que llegué hace cinco años.
Encarni Llamas
