La delegación diocesana de Migraciones ha lanzado un manifiesto con motivo de las Elecciones Europeas.
El próximo 25 de mayo estamos llamados a participar en las Elecciones Europeas. Europa se está jugando la fidelidad a su proyecto originario: ser una comunidad sustentada en la democracia, en la solidaridad efectiva entre los pueblos y en el respeto escrupuloso de los derechos humanos. Este proyecto sólo será creíble si esos ideales se traducen en políticas que hagan avanzar los derechos sociales, superando las desigualdades, regionales y sociales, y teniendo como preocupación central la integración política y social de los grupos y personas más desfavorecidos.
El momento de crisis social y política que estamos viviendo genera en muchos de nosotros desencanto y una tendencia a «pasar de la política», por eso es bueno que recordemos: «los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la «política»; es decir, de la multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien común» (Chl 42)
La Delegación de Migraciones quiere aportar su reflexión sobre este proceso electoral. La mirada se ha centrado preferentemente en la realidad migratoria. Muchas de las decisiones que se tomen en todos los países de la Unión Europea, con relación a la inmigración, van a estar condicionadas por lo que legisle el próximo Parlamento Europeo.