La falta de trabajo y el alto índice de paro hicieron que muchos malagueños emigraran en los años 60 del siglo XX a países como Alemania, Suiza, Francia o Bélgica, en busca de una oportunidad y un jornal para mantener a sus familias.
En estas fotografías se puede ver como los sacerdotes de la Diócesis de Málaga visitan a los emigrantes malagueños del Bulto, y la provincia que trabajaban en los astilleros de Hamburgo en Alemania, y como «oyen emocionados voces queridas de sus familiares y canciones de España, que les llevaron con su visita», como se puede leer en el reverso de la fotografía. En la siguiente imagen se ve el momento en el que son los emigrantes los que graban sus mensajes para que los curas los hagan llegar a sus familiares. Antes de la existencia de aplicaciones como Zoom o Skype, con la que los emigrantes de hoy charlan con sus familiares, la Iglesia de Málaga ya usaba la tecnología de la época para unir a las familias.
