
La editorial EDICE de la Conferencia Episcopal Española acaba de publicar «Una mirada cristiana al transhumanismo», obra editada por el sacerdote Rafael Vázquez, director de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe. En ella, autores como Leandro Gaitán, Albert Cortina, Federico de Montalvo, Sara Lumbreras o Ricard Mejías abordan el transhumanismo, «una corriente filosófica, cultural y científica que pretende superar las capacidades físicas y cognitivas de la especie humana mediante la aplicación de las nuevas tecnologías», y que, en el desarrollo de muchos de sus pensadores, «niega la trascendencia, ya no necesita a Dios», como él mismo expresa en esta entrevista.
«Tras ese deseo de superación que lleva al hombre a plantearse la inmortalidad, realmente hay un deseo de Dios, que es el único capaz de otorgarnos este don»
¿Cuáles son los principales enunciados del transhumanismo? ¿Comienzan a regir ya la manera de pensar y actuar del ser humano?
Podríamos decir que el «transhumanismo» se nos ha ido colando en el día a día casi sin darnos cuenta. ¿Quién no habla hoy de la Inteligencia Artificial, por ejemplo, o de la intervención en la genética o en los procesos de fecundación humanos? El transhumanismo es una corriente filosófica, cultural y científica que pretende superar las capacidades físicas y cognitivas de la especie humana mediante la aplicación de las nuevas tecnologías hasta lograr la transición del «ser humano» al «transhumano» y de ahí al «posthumano», que se caracterizará por haber superado el sufrimiento, la enfermedad, el envejecimiento e incluso la condición mortal. No se trata simplemente de una mejora del ser humano, sino de un paso en la evolución en el que gracias a las tecnologías emergentes (biotecnología, nanotecnología, robótica, neurociencias…) surgirá un «posthumano».
¿Cómo mira la fe cristiana esta ideología?
Esta ideología plantea un problema de fondo que entra en contradicción con uno de los principios básicos de la concepción cristiana del hombre: el ser humano es criatura de Dios, no se entiende en referencia a él y no se salva solo. El transhumanismo, según la mayoría de los pensadores que lo defienden, niega la trascendencia. El hombre ya no necesitará a Dios porque en su mano está la eliminación del sufrimiento y la muerte, constituyéndose en inmortal. Es todo un proyecto de salvación terrenal.
¿Cómo puede ayudar este libro a seguir a Jesús a los católicos de hoy, inmersos en este mundo contagiado de teorías como esta?
Este libro es una obra sinfónica en la que se han tenido varios aspectos propios del transhumanismo: la filosofía, la ética, la ciencia, el derecho, la teología, la antropología… Puede ser de gran ayuda para tomar conciencia de cómo los postulados transhumanistas están presentes en nuestra vida cotidiana. Suelo decir: es cosa buena que mediante los nuevos avances científicos podamos recobrar la vista, distinto es que mediante un dispositivo logremos tener una capacidad visual que supere a todos los humanos. También es maravilloso poder curar a un embrión en el vientre de su madre, pero no seleccionar la genética del embrión para que pueda nacer con unas capacidades superiores a la del común de los mortales. Entre otras cosas porque, además de las cuestiones bioéticas, se plantea también un debate económico: ¿Quién podrá tener acceso a estos avances?, ¿no crearemos una distinción entre posthumanos dominadores frente a humanos dominados?
¿Se ha estudiado ya en profundidad desde el pensamiento cristiano? ¿Qué autores participan en esta obra y qué visiones aportan?
El transhumanismo aún necesita de una reflexión moral y teológica seria, que ayude a establecer un diálogo en positivo con él. No podemos obviar que tras ese deseo de superación que lleva al hombre a plantearse la inmortalidad, realmente hay un deseo de Dios, que es el único capaz de otorgarnos este don. En este libro han participado autores de la talla de Leandro Gaitán, Albert Cortina, Federico de Montalvo, Sara Lumbreras o Ricard Mejías. Todos ellos son grandes profesores de facultades del ámbito español que están afrontando con seriedad este fenómeno y a los que agradezco enormemente su reflexión y entusiasmo.
El libro puede adquirirse en librerías especializadas y en la página web de la editorial EDICE.