Coincidiendo con el 60 aniversario de la construcción del templo parroquial de San Patricio, esta tarde a las 19.30 horas, se realizará la dedicación del templo y la Consagración de su nuevo altar tras las profundas obras de remodelación de las que fue objeto hace unos años.
La fundación de la Parroquia de San Patricio data de 1891. Fue erigida canónicamente por el Beato Marcelo Spínola Maestre, Obispo de Málaga, dentro del amplio proyecto de reestructuración parroquial que emprendió en la Diócesis a partir de la situación que personalmente constató en sus visitas pastorales. Era la adecuada respuesta a las necesidades pastorales de los miles de personas que se iban instalando, en casas o en chabolas, en la extensa zona suburbial del oeste de la ciudad, junto a las fábricas y a lo largo de las playas y de toda la Carretera de Cádiz.
Ya en el Barrio había una pequeña la pequeña Iglesia, que la familia Huelin había construido en 1875 junto a una fábrica de azúcar de su propiedad, y donde pocos años después encontró alojamiento por una temporada la Beata Madre Petra de San José y su incipiente grupo de religiosas, con las que formó allí un improvisado noviciado, al mismo tiempo que atendía las necesidades de los pobres y enseñaba a leer y escribir a los niños que vagaban por las calles.
Aquella primitiva capilla dedicada, en sus comienzos a la Virgen de los Dolores, fue la sede de la Parroquia de San Patricio, durante sus primeros cincuenta años.
Su feligresía original tenía como límites: al Este, El Bulto; al Oeste, la desembocadura del Río Guadalhorce; a Levante, las playas de san Andrés y a Poniente, se prolongaba en líneas imaginarias hacia el Camino de Antequera. Es la parroquia matriz de todas las parroquias del Arciprestazgo actual y de parte del de San Cayetano.
Durante los pontificados sobre todo de los Obispos Marcelo Spínola y don Manuel González los párrocos trabajaron muy bien en la promoción de las personas y en el apostolado, de manera que en la década de los veinte la «Obra Parroquial de San Patricio» gestionada por su párroco, contaba con «Asilo de párvulos y comedor para niños, Escuela de niños y de niñas, Escuela Nocturna para obreros, Escuela Nocturna para obreras y Caja Dotal para las mismas, Dispensario y Consulta médica general y pediátrica para los pobres, Catecismo de adultos y Socorro para ancianos y enfermos».
En la noche del 12 de mayo de 1931 sufrió, como otras treinta iglesias y conventos de la ciudad, los desmanes de la persecución religiosa, de manera que todo su archivo parroquial (contaba ya con quince libros de bautismo), sus imágenes sagradas y los enseres de culto fueron pasto de las llamas, quedando seriamente dañado su humilde inmueble. Los años que siguieron, tanto los de la guerra, como los de la postguerra, fueron especialmente dolorosos para el Barrio y por tanto para la
La vida de la parroquia no se empezó a normalizar hasta bien entrada la década de los 40, atendida primero por religiosos, y después por el clero diocesano. En 1951 es nombrado párroco don Emilio Benavent, que se rodea de un entusiasta equipo de celosos sacerdotes que llevan a cabo una pastoral de evangelización y de cercanía hacia un Barrio de marcada identidad obrera.
En 1955 se inaugura el nuevo Centro Parroquial de San Patricio, siendo bendecido por don Emilio Benavent, recién nombrado Obispo Auxiliar de la Diócesis.
«El proyecto y dirección de las obras lo llevó a cabo el arquitecto diocesano, don Enrique Atencia Molina, con la estrecha supervisión de don Emilio. Se compone de iglesia, grupo escolar, Casa de Acción Católica, rectoral y dispensario benéfico, atendiendo así las necesidades de tipo religioso, escolar, social y benéfico de aquel amplio sector de la población (unas 15. 000 personas). La iglesia parroquial de planta de cruz latina, con crucero cuadrado destacado, ábside y presbiterio, nave central de diez metros de luz y nave lateral de circulación de cuatro metros de ancho, tiene capacidad para novecientas personas y ocupa el eje más importante del solar», con orientación suroeste
«Su aspecto, disposición y ornamentación, sigue en líneas generales las normas tradicionales de traza y concepción de un gran número de iglesias de nuestra región, fusión o hermanaje de dos estilos, el gótico y mudéjar, el primero utilizado con total sencillez en las disposición y trazado de sus bóvedas de naves y de crucero y el segundo enlazado con el anterior en la composición de los elementos más destacados del exterior».
Juntamente con la Iglesia, las demás dependencias: el Grupo escolar San Patricio con acceso directo a la Iglesia, el Edificio de Acción Católica, la rectoral y el Dispensarlo, forman todo un núcleo pastoral que responde en aquel momento a un concepto nuevo de Parroquia que llega a considerarse más allá de la Diócesis como el prototipo de una «Parroquia piloto»
Las nuevas obras han supuesto la demolición del anterior centro parroquial de 1955, para levantar en su lugar unas nuevas dependencias que conservando y mejorando las instalaciones para las actividades pastorales acostumbradas, puedan a su vez ofrecer nuevos espacios celebrativos y de «formación permanente» al servicio de una nueva forma comunitaria de vida cristiana. La palabra «catecumenion» es una palabra nueva que resume esa nueva Escuela de fe y de evangelización que es el Catecumenado, como respuesta ante los nuevos retos de laicización y despersonalización que amenazan la fe de los sencillos. Una vez más el Señor ha provisto a su Parroquia de San Patricio con nuevos medios para afrontar los nuevos retos. Preparada para remar mar a dentro y confiando en el Señor y en el testimonio de los que nos precedieron.
En el templo, por su parte, se ha demolido el tabique que separaba la capilla del Sagrario de la nave central, se ha reconstruído el presbiterio, se ha instalado un nuevo altar en mármol y se ha removido toda la solería, entre otras cosas.
Antonio Moreno Ruiz