A las puertas de la fiesta del Cuerpo y la sangre de Cristo, el Seminario Diocesano de Málaga ha peregrinado al Santuario de Santa María de la Victoria.
El sábado 27 de mayo, seminaristas y formadores han cumplido con la tradición anual de peregrinar, en el mes de mayo, hasta el Santuario de Santa María De la Victoria.
Son varios los momentos del año en que el Seminario Diocesano se pone a los pies de la Virgen María. El rector del Seminario, Francisco González lo explica así: «María es la mujer de fe y vive y camina conducida por el Espíritu. Cada año, en el mes de septiembre, el Seminario Mayor visita el Santuario de Santa María de la Victoria para pedirle su ayuda y protección, ante el curso que se abre cargado de ilusiones y esperanza. Además, este mes de mayo lo iniciamos peregrinando a Fátima, junto al Seminario Menor y familiares, como el Papa Francisco pedía en este Año de la Misericordia, para expresar que la misericordia es una meta a alcanzar que requiere compromiso y sacrificio. El último sábado de mayo, volvemos de nuevo ante nuestra Patrona, para agradecerle su cercanía en tantos momentos vividos y por tantas gracias recibidas. Rezo de Laudes, celebración de la Eucaristía y canto de la Salve en el camarín de la Virgen. Un acto sencillo, pero entrañable y emotivo. Un agradecimiento queremos hacerlo extensivo a los sacerdotes, comunidad parroquial y Hermandad por la afectuosa acogida y la tradicional invitación al posterior desayuno fraterno. ¡Gracias Madre por mostrarnos tu ternura cariño, por llevarnos a Jesús y animarnos a vivir la justicia y la misericordia!».
Encarni Llamas Fortes