«El musical Conversión es una verdadera catequesis»

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Óscar Santos y Malu Chamorro son el alma, los creadores y la dirección del musical “Conversión”, en el que se cuenta la vida de san Ignacio de Loyola desde los lenguajes actuales. Ante los micrófonos de COPE Málaga explican todos los detalles de una obra que cautiva al espectador.

El día 12 de noviembre tuvo lugar el estreno oficial del musical “Conversión» y el 27 el segundo pase, en el Colegio San Estanislao, en El Palo. Se podría decir que este musical ha sido un trabajo sinodal. ¿Cómo surgió?

Óscar: hace 3 años un jesuita de la Pastoral Nacional me comentó la posibilidad de hacer un musical contando la historia de conversión de Ignacio de Loyola, con motivo del 500 aniversario de tal suceso. Rápidamente pensé, tengo que ponerme en contacto con mi amiga Malu, porque sin ella no me sumerjo en esta locura. La llamé y, como ella es una persona soñadora como yo, se lanzó al reto conmigo, y aquí empieza la historia y todo lo que viene después.

Pues cuéntanos, Malu, ¿qué pensaste ante la propuesta?

Malu: Me reí mucho y pensé: “¿cómo hacer musical de alguien que se convirtió tumbado en una cama leyendo libros?”. Hay que pensar en bailes y canciones… todo con mucho ritmo ante una conversión tan estática, aparentemente. Un auténtico reto. Y como los retos nos encanta, los lanzamos. 

Han sido 3 años complicados, con pandemia incluida. ¿Cómo se puede organizar y montar un musical en un tiempo de confinamiento y de pandemia?

Óscar: parece que lo más razonable hubiera sido decir que no. Además, en este tiempo, mi familia ha crecido con un hijo más y la de Malu con dos. A todo ello le unes el confinamiento, los ensayos al aire libre… Hemos vivido muchas cosas y ha habido un mogollón de gente involucrada: actores, actrices, bailarines, técnicos. Son gente que ha estado con nosotros en esta aventura que iniciamos y que ha sido un trabajo en equipo. Ha sido muy divertido también. 

Malu: como dice el prólogo: «algunas veces sin vernos y otras viéndonos a medias” porque, hasta el último ensayo no nos vimos las caras actuando. Algo que yo nunca había hecho, claro. Ibamos con mascarillas. Hacer la dirección sin ver las caras completas era duro… La primera vez que las vi, en el último ensayo, me di cuenta de que sonreían y me llevé una sorpresa. Me había acostumbrado a ver ojos, nada más.

Por cierto, antes de comenzar la entrevista me decíais que la preparación de este musical ha sido toda una catequesis para el equipo, ¿es así?

Malu: así es. Emocionalmente hemos vivido lo que luego contamos en el musical: el sobreponerte a las dificultades que surgían, comprender las dificultades que les surgían a otras personas, acompañar todos los procesos, animarnos unos a otros… En todo eso hemos utilizado mucho también la historia que estábamos contando. Yo creo que nos hemos podido apoyar en lo que decían las canciones; estaban conviviendo con nosotros en todas esas dificultades reflejadas en esas frases de Ignacio como «en todo amar y servir” y «más en las obras que en las palabras». Esa última frase nos ha dado mucho juego en el teatro. La vivencia emocional que hemos compartido, y que seguimos compartiendo, ha formado un grupo muy especial. Hay gente muy trabajadora, todo el mundo ha apoyado a los demás sin anteponerse a sí mismo, sino mirando lo que el otro necesitaba. A esto me refería cuando decía que en los ensayos se ha respirado mucho de lo que se estaba contando en el musical a través de la vida de san Ignacio.

Y, ¿qué nos cuenta el musical “Conversión”?

Óscar: en «Conversión» se cuenta la historia de un hombre que era muy guerrero, muy soñador y muy beligerante en sus cosas y en su forma de ser. En un momento determinado la vida se le trunca y, en ese espacio de silencio se encuentra con Dios. Contamos el proceso de esa persona, cómo lo ha vivido emocionalmente. Al final, no deja de ser una catequesis para nosotros, que nos invita a aprovechar esa experiencia para ver que también es posible que tengamos un encuentro con Dios, sin que nos tengan que dar un cañonazo físico como a él. Eso es lo que venimos a contar, desde esa experiencia muy humana de Ignacio y, a la vez, muy transcendente. No estamos narrando una sucesión de hechos históricos. Malu lo ha reflejado muy bien en la dirección del guión, cómo sufre, se abre, escucha a otros…

Malu: es un personaje perfecto. Leyendo la autobiografía es donde encontré al personaje que yo buscaba. Quería hablar con muchos jesuitas para que me contaran su visión, y el confinamiento se llevó todos esos planes, pero ya estaba ahí Ignacio contando su propia historia en la autobiografía, que es muy sencilla y da muy pocos detalles históricos. Al final, era un poco lo que necesitábamos, porque los detalles históricos en una historia que tiene que ser tan emocional y en la que el teatro llega tan directo al corazón, a veces pueden ser complicados. Es mejor no meterse mucho en líos y, sin embargo, contar la historia de una persona que no era perfecta, y que muchas veces esa visión del «santo» que tenemos, tan perfecta y puesta ahí en los altares, no es la real. Al final del musical se puede ver cómo era exactamente la misma persona, con un truquillo que no vamos a desvelar ahora, pero era la misma persona al principio y al final, con su manera intensa de vivir las cosas, con su capacidad de analizar la realidad en la que vive; pero sus objetivos son otros, de repente, y el timón lo lleva otro.

Y para vosotros, concretamente, ¿qué es “Conversión”, qué os ha quedado de ella?

Óscar: yo me quedo con el grupo. Me quedo con mi proceso, con la gente, con las personas, con la ilusión. Me quedo con ese proceso complicadísimo en el que han surgido muchas cosas y siempre había obstáculos que salvar, pero el grupo siempre tenía un buen ambiente, siempre había comprensión ante las circunstancias. Te podría nombrar uno por uno a todos los miembros del equipo, pero son tantos los que han participado… Son más de 30 personas. Incluso gente que se animó con nosotros en la aventura y luego se ha ido cayendo o se ha ido sumando al final. Para mí, el grupo y la experiencia es lo más importante y lo más relevante de lo que he vivido, y con lo que me quedo.

Malu: ¿me puedo quedar con lo mismo que él? Bueno, por aportar otra cosa, me quedo con un personaje femenino que fue importante en la vida de Ignacio y que no es una alegoría, es un personaje de verdad. Acompaña a Ignacio de una manera muy especial, es la Anciana de Manresa. Creo que dice muchas cosas y que habla muchas cosas con él muy actuales y que nos sirven para acompañarnos en la vida.

El sábado 27 de noviembre, a las 20.00 horas, es el segundo pase de la obra pero… ¡seguro que vendrán más después!

Óscar: eso lo dejamos abierto a lo inesperado. Hay propuestas. Fuera de Málaga ya nos lo han pedido en varios sitios, pero tenemos que ver la viabilidad y las posibilidades Pero sí, tenemos propuestas fuera y, además, se ha grabado ya en vídeo y se va a hacer una producción con una empresa audiovisual… Habrá un formato físico que estará disponible en algún momento para que la gente pueda acceder a verla si no puede verla presencialmente, aunque el directo es el directo.

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