Tras el proceso de restauración de la talla, que ha durado cuatro meses, la imagen del Cristo de Medinaceli estará este viernes, 24 de febrero, expuesta a veneración de los fieles.
Este viernes, a las 19.00 horas, tendrá lugar la solemne Eucaristía en la parroquia de Santiago de Málaga, con motivo de su restauración, que se ha llevado a cabo en el taller de Santa Conserva, en Antequera.
La talla ha vuelto, a la parroquia de Santiago de la capital, para comenzar los cultos en honor de Jesús de Medinaceli, cuando se acerca el primer viernes de marzo. Fecha en la que miles de malagueños se acercan a venerar la imagen.
El triduo en su honor tendrá lugar el 28 de febrero,1 y 2 de marzo a las 19.00 horas. El mismo martes 28, a las 20.30 horas, habrá una vigilia de oración y el jueves día 2, un vía crucis claustral con la imagen del Cristo a las 20.15 horas. El día de su festividad, el viernes 3 de marzo, la iglesia permanecerá abierta desde las 8.00 hasta las 23.00 horas, para que los fieles puedan cumplir con la tradición de depositar tres monedas a sus pies.
Como explica el párroco de Santiago, Miguel Ángel Gamero, «estamos muy contentos con la restauración porque la pieza estaba en unas condiciones muy deficitarias a nivel estructural. Se le ha eliminado un armazón que no era propio de la obra para sacar a la luz el cuerpo de la pieza original y se ha restaurado la policromía. En defectiva, ha sido una restauración integral. Sabemos por unos periódicos que había en el interior, concretamente de «El Ideal», que tras la Guerra Civil la obra fue llevada a Granada. Allí se le añadió un armazón de telas encoladas y maderas, pero al realizar realizarle un proceso de radiografías, descubrimos que bajo el armazón estaba el cuerpo original de la imagen, por lo que se ha procedido a eliminar el armazón y fortalecer y restaurar la imagen».
La obra de autor desconocido, del siglo XVIII, «proviene de Antequera, donde era el titular, entre otros, de una cofradía de dicha localidad y a la parroquia de Santiago llegó tras los acontecimientos del 1936 y permanece aquí hasta nuestros días».
Una imagen con mucha devoción, que como afirma el párroco, «los feligreses echaban de menos la talla y no paraban de preguntar dónde está y cuándo vuelve la imagen. Pero era una intervención necesaria para la conservación de la obra» concluye Gamero, el también delegado de Patrimonio de la Diócesis de Málaga.
Una tradición que se remonta al siglo XVII, cuando una talla del Señor de Medinaceli, que se veneraba en una de las colonias españolas del norte de África, fue apresada. A cambio de la talla, se debería pagar su peso en monedas, y puestas ambas en una balanza, ésta se equilibró en las treinta unidades. Por este motivo, los penitentes echan el diezmo -la décima parte- para que se concedan sus plegarias.