
El sábado 6 de diciembre, militantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica de Málaga se reunieron para concretar la acción ante la campaña «Cuidar el trabajo, cuidar la vida», que desarrollan desde el 2023, reflexionar sobre cómo crear condiciones laborales justas y poner viviendas a disposición de las personas, así como la celebración, en 2026 en España, del Año de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
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En palabras del presidente diocesano de la HOAC de Málaga, José Luis Fernández Orta, en la reunión el foco principal estuvo en analizar el influjo de las condiciones de la vivienda en las del trabajo y viceversa. «Vivimos unas condiciones de acceso a la vivienda que impiden que las personas tengan posibilidad de llevar una vida digna», afirma. «Se está generando una ciudad volcada en el alquiler vacacional y la especulación con la vivienda que hacen insostenible soportar los precios de los alquileres o la compra de una vivienda habitual. Ni siquiera el trabajo está permitiendo hoy el alquiler o la compra de una vivienda. La situación se agrava cuando los contratos son precarios o no cumplen la legislación que regularía su decencia. Esta situación se agrava entre los migrados, las mujeres y los jóvenes. Hemos asistido, además, a situaciones en las que no se ha podido aceptar un puesto de trabajo temporal ante la falta de posibilidad de alquilar una vivienda compatible con el salario recibido».
Otro punto importante que los militantes de la HOAC de Málaga abordaron en este encuentro es la celebración en 2026, en España, del Año de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, declarado por el Gobierno de España con el objetivo de impulsar la cultura de la prevención, reducir la siniestralidad y cumplir el 30 aniversario de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Al hilo de esta celebración, la HOAC de Málaga manifiesta: «Ponemos nuestra mirada en los accidentes laborales que condicionan la vida de aquellos que los sufren junto con sus familias. Es tarea de la Iglesia ser ejemplo de que es posible crear condiciones laborales justas y que la vivienda y edificios que poseemos se pongan a disposición de las personas en vez de ponerlas ante el lucro y la especulación. También es deber nuestro acompañar a las víctimas de esos accidentes laborales y denunciar cuando se vulnerando derechos fundamentales como el de no poner la vida al servicio del trabajo».
Como han adelantado, a lo largo de estos dos próximos años realizarán una serie de gestos públicos al respecto, que irán acompañados por comunicados dirigidos a sensibilizar a las comunidades eclesiales y a la sociedad en su conjunto. «Queremos invitar a toda la sociedad a trabajar en favor de aquellos que más están sufriendo el problema de la vivienda y el de los accidentes de trabajo», afirman.

